Cine iraní genuino
Abbas Kiarostami falleció en el 2016, pero su impronta pervive en el cine contemporáneo y especialmente en el iraní, que él situó en el mapa internacional hace décadas. Recordemos que el primer largometraje de otra de las voces esenciales de aquella cinematografía, El globo blanco, de Jafar Panahi, tenía guion de Kiarostami y caligrafía kiarostamiana. Ahora es el hijo de Jafar, Panah Panahi, quien debuta como director con otra cinta que nos devuelve la fragancia emotiva del autor de A través de los olivos. Panah es treintañero, tiene la edad de su padre cuando rodó El globo blanco y, como él ya entonces, una madurez creativa infrecuente en un debutante.
Hit the road es un filme de coche y carretera, un motivo visual y argumental del que ya extrajeron oro puro tanto Kiarostami como Jafar Panahi. En el interior del vehículo, padre, madre y dos hijos. Pronto comprendemos que el objetivo del viaje es la huida del país del hijo mayor por razones que se nos escapan (esta es una película política: el calvario del padre cineasta represaliado es conocido, y eso pesa en el hijo), pero, hasta que la huida se produzca, el realizador se detiene en episodios de diversa índole poniendo el acento en el humor. Los planos sostenidos son frecuentes, ya sea en la cercanía (el interior del coche) o en la lejanía (planos de personajes y paisajes, como el de la despedida entre dos árboles muy alejados mientras oímos los diálogos). Uno de esos planos reposados, el de padre e hijo mayor a la vera del río, donde se confiesan, y que destila calor humano cordial, se diría un homenaje a la famosa escena protagonizada por James Stewart y Richard Widmark en Dos cabalgan juntos. Y sorprende que, en un conjunto tan naturalista, Panahi se saque de la manga una fuga poética tan hermosa como la del plano cenital de padre e hijo menor (grandísimo personaje, desde ya un niño memorable del cine) sobre la hierba, que de repente se transforma en un firmamento repleto de estrellas. Una película maravillosa. Y una gran noticia: la poética de Kiarostami sigue viva y en buena forma.