“Somos ‘mainstream’ a nuestro pesar”
David y Jose Muñoz, Estopa Músicos, actúan hoy en el Parc del Fòrum
Después de dos cancelaciones por razones de fuerza mayor, léase covid, finalmente los Estopa van a poder materializar hoy algo histórico: actuar por primera vez en Barcelona al aire libre en gran formato. La cita es en el Parc del Fòrum (21 h), con las 25.000 entradas ya vendidas. Los hermanos David y Jose Muñoz celebrarán sus más de 20 años de exitosa carrera presentando las canciones de su último disco Fuego –que da nombre a la gira– y recordando sus grandes éxitos. El aficionado podrá verlos también en Girona (3 junio) y en el Festival de Porta Ferrada (21 agosto).
¿Supone un reto especial un concierto ante tanta gente?
Jose: ¡Y tanto! Los nervios, porque cuanta más gente haya hay más posibilidades de que no les guste.
David: Y más que nada está lo de llegar físicamente al concierto, llegar con la voz a punto. Porque aunque parezca de tontos, tienes la sensación de que hay que gritar más para que le llegue al último del público.
J: Es verdad, gritas más, te mueves más, te pones mucho más nervioso, porque tocas en casa.
¿Cómo se han enfrentado al directo durante los tiempos de restricciones de aforo y sanitarias?
D: El año pasado, por ejemplo, tocamos en el Festival de Cap Roig con aforo reducido, mascarilla y la gente en sillas. Era un coñazo, te ha de gustar mucho un grupo para ir a verlo y estar allí sentado. Me acuerdo que fui a una par de conciertos, de Coque Malla y Los Secretos, y en uno de ellos coreé algo y alguna persona me lo echó en cara. Me piré.
J: Como Cap Roig hicimos unos nueve
festivales más. Y para esos conciertos quisimos adaptar el repertorio a la situación, quitamos algunas canciones bailables, pero aún así aquello no fue agradable ni para el público ni para nosotros.
¿Cómo les ha sentado la pandemia?
J: Me ha encantado; me ha quitado estrés: “que hacemos mañana” nos decíamos, y nos respondíamos “pues lo mismo que hoy”, y eso te daba mucha tranquilidad. Durante el confinamiento nos veíamos por videollamada a la hora del vermut. D: Ha sido una cura mental, que me ha ido muy bien. Siempre era como el día de la marmota.
¿Y no apareció el gusanillo de volver a los escenario?
J: No. Vamos a dejarlo allí.
D: Lo que sí hacíamos era juntarnos todos los días laborables en casa de mi hermano, tocábamos la guitarra, componíamos.
Además de temas propios también han hecho colaboraciones en los últimos tiempos, ¿no?
J: Sí, con Fito & Fitipaldis, con Amaral en el tema Despertar, y una con Beret en donde hemos compartido composición. D: Precisamente aún nos queda con C. Tangana una colaboración también a nivel de composición.
¿Como fue la colaboración con el?
D: Él quería que hiciésemos la canción Ingobernable para el disco El madrileño, pero era plena pandemia y le dijimos que no porque mi hermano y yo no nos veíamos. J: Teníamos miedo por el coronavirus y nos veíamos virtualmente. La canción nos gustaba. La verdad es que el hombre ha sabido hacer las canciones y entregarlas a quien tenía que entregarlas, como a Kiko Veneno, que es como su traje a medida, igual que la de Ketama o la de Calamaro. La que nos había ofrecido a nosotros, también tenía eso.
D: Pero no lo hicimos porque estábamos en incertidumbres, y allí quedó el ofrecimiento. Y la verdad es que tampoco nos gusta mucho trabajar, y a veces la pereza nos puede. Pero con Pucho tenemos pendiente una colaboración pero desde cero.
Que ustedes participaran en su concierto de Barcelona fue iniciativa suya, supongo.
J: Nos preguntó si queríamos ir a cantar Ingobernable, y dijimos que sí y así nos quitábamos la espinita.
Pucho no es rencoroso…
D: Nooooo, es super buen tío. Para quitarse el sombrero. Porque después de cantar esa nos dijo que nos quedásemos porque a continuación venía Kiko Veneno.
J: Y al final cantamos tres, con Tu calorro y Los tontos, de Kiko.
De toda esta situación pandémica y pospandémica, ¿la cultura y en concreto la música han sido las grandes perjudicadas?
D: A ningún músico, a ningún cantante nunca se le ha subvencionado. La administración nunca ha apoyado la música, pero otros lo pasan peor.
J: Porque hay artes más precarias como la danza, el teatro, que necesitan una discriminación más positiva. Todo lo que está en precario debería recibir ayuda, y no solo la música.
En este sentido, ustedes deben sentirse unos privilegiados.
D: Joder, y tanto, de los más privilegiados; no necesitar trabajar, no estar preocupados por ese lado.
J: ... y de no tener haters. En las redes no dicen muchas tonterías de nosotros.
También debe ayudar que su música vaya gustando y calando más con el paso de los años. ¿no creen?
D. Estamos en forma y creo que hay músculo en lo que hacemos.
J: Fíjate como son de variables las cosas: aquí nos dicen que estamos en el mainstream y en América nos dicen que somos underground. Aquí somos mainstream a nuestro pesar, no depende de nosotros. D: Un disco lo escuchan cuatro y es underground; ese mismo disco suena en Los 40 y te tildan de comercial.c