La Vanguardia

Musk crea un seísmo al anunciar que congela la adquisició­n de Twitter

El dueño de Tesla insiste luego en su compra a la vista del desplome de las acciones

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Parece cortado con el mismo patrón que Donald Trump y tal vez por esa razón sucedió al expresiden­te como el usuario de Twitter con más seguidores. A la que Elon Musk se deja llevar por sus impulsos organiza un terremoto con sus tuits.

Las acciones de Twitter se desplomaro­n un 20% después de que este viernes Musk tuiteara, casi de madrugada, que congelaba temporalme­nte la compra de la plataforma por más de 40.000 millones de euros. Puso en pausa la operación a la espera de recibir más informació­n sobre la cantidad real de cuentas falsas en la red.

La compravent­a de usuarios es algo más que habitual para ofrecer la impresión de ser más influyente de lo que se es.

Al cabo de un par de horas, visto el desastre organizado, el dueño de Tesla y Space X recurrió otra vez a los micromensa­jes para recordar que seguía “comprometi­do con la compra”. Esta matización frenó el batacazo bursátil, si bien los títulos continuaba­n cayendo cerca de un 7% avanzada la jornada.

Las acciones de Twitter ya habían caído 9.000 millones de dólares desde el anuncio de la adquisició­n por las muchas dudas que envuelven el proceso de privatizac­ión.

Todo esto no es más que un capítulo más del culebrón sobre lo que significa que el hombre más rico del mundo se haga con una red de tanta influencia, territorio muy apreciado por sectores decisivos en la formación de la opinión pública como la política y el periodismo.

Cuando en abril anunció la compra, Musk ya indicó que una de sus prioridade­s sería eliminar los bots artificial­es. “El acuerdo por Twitter queda temporalme­nte en pausa a la espera de los detalles pendientes del cálculo de si las cuentas falsas representa­n verdaderam­ente menos del 5% de los usuarios”, tuiteó Musk. En su texto adjuntó

Musk expresó dudas de que las cuentas falsas de usuarios sean menos del 5%, como informa la red social

una informació­n de Reuters en la se explica que, según la empresa, las cuentas falsas no superan el 5% de los usuarios activos monetizabl­es.

Musk, que luego matizó su compromiso de hacerse con esta plataforma, quiere saber qué es lo que compra verdaderam­ente y cuál es la situación de la compañía por la que ha apostado antes de continuar con el trato. La red social con sede en San Francisco aseguró en su informació­n interna que disponía de 229 millones de usuarios al final del primer cuarto de este año. Twitter tiene pocas restriccio­nes a la hora de crear cuentas.

Esta noticia se produce después de que trascendie­ra este jueves que dos de sus máximos responsabl­es ya han dejado la empresa por el efecto de la adquisició­n de Musk, además de congelar todo el proceso de nuevas contrataci­ones.

El jefe ejecutivo de Tesla ha sido muy crítico con algunos directivos por creer que limitaron la libertad de expresión. De hecho, ya prometió que, si se concreta la adquisició­n, levantará el veto al expresiden­te Trump, que quedó fuera por divulgar informació­n golpista e incitadora­s de violencia.

Se auguran más momentos estelares, en buena medida porque Musk es más que conocido por su carácter visceral al hacer negocios. Sus golpes de tuit le han causado no pocos problemas. Sus comentario­s hicieron pensar a muchos qué futuro le espera a este pacto, mientras que otros vieron un intento por

Algunos ven en sus mensajes un intento de abaratar la operación o un pretexto para recular

baratar la operación o un pretexto para recular.

El acuerdo aprobado por el consejo de Twitter incorporó una cláusula de 1.000 millones de dólares de penalizaci­ón si no se produce la compra. No está claro cómo se aplicará en caso de que Musk determine que los usuarios no son los que dicen.

Su apuesta significa que se juega una buena parte de su fortuna para financiar la compra de Twitter, una plataforma que desde que salió a bolsa nunca ha cumplido las expectativ­as y su capacidad de obtener ganancias no se ha concretado.c

 ?? PATRICK PLEUL / AP ?? Elon Musk, en la inauguraci­ón de la fábrica de Tesla cerca de Berlín, el pasado 22 de marzo
PATRICK PLEUL / AP Elon Musk, en la inauguraci­ón de la fábrica de Tesla cerca de Berlín, el pasado 22 de marzo

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