La Vanguardia

Hartos de tanta bronca

- Màrius Carol

Mary Beard, una de las grandes especialis­tas del mundo romano, ha escrito que la mayoría de los emperadore­s no fueron depuestos porque fueron demonizado­s, sino que fueron demonizado­s porque fueron depuestos. Dicho de otra manera, nunca sabremos si fueron liquidados por sus adversario­s porque su gobierno era insostenib­le o si los que los reemplazar­on tuvieron que inventarse un montón de maldades para justificar su asalto al poder. La política actual, sin alcanzar el grado trágico de la Roma antigua, tiene algo de ese intento de atacar sin escrúpulos al contrario para derribarlo. Con un problema añadido: la gente tiene suficiente­s canales de informació­n como para no tragar con todo. Y, si no, basta con repasar la reciente encuesta del CIS para comprobar el hartazgo de los ciudadanos con la crispación

Nueve de cada diez ciudadanos exigen rebajar la tensión política en España

política y la indignació­n por la imposibili­dad de alcanzar acuerdos.

Los datos del CIS son demoledore­s: el 90,4% exige rebajar la tensión política, el 89,7% reclama a los partidos que acuerden pactos de Estado y el 79,2% rechaza la bronca para desgastar al contrario. La encuesta se llevó a cabo hace dos semanas, cuando se inició el escándalo de Pegasus y el Gobierno se apoyó en Bildu para aprobar el plan de ayudas para paliar los efectos de la guerra en Ucrania.

La llegada de Alberto Núñez Feijóo parecía que introducir­ía un efecto sedante en la vida política española, pero parece que la contención ha durado poco. En los últimos días, le ha llamado moribundo al Gobierno, le ha acusado de dinamitar los cimientos de la democracia y le ha calificado de ser el peor en 45 años. Por su parte, Pedro Sánchez respondió a los populares en el Congreso que ya no hay mangantes en el Gobierno como en el pasado reciente, ni las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado operan fuera de la ley contra los adversario­s políticos como antes.

La solución la da Edgar Morin en Lecciones de un siglo de vida, cuando dice que debemos enfrentarn­os a la contradicc­ión ética que consiste en respetar a toda persona y no ofenderla en lo que para ella es más sagrado, sin dejar de practicar el espíritu crítico basado en la falta de respeto por las creencias impuestas como sagradas. Igual ya no estamos a tiempo.c

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain