Juanpe López suda tinta rosa
El equipo del líder sufre para no perder la maglia en el circuito de Nápoles
Los favoritos tenían la cabeza en la primera gran etapa de montaña, que será hoy, con dos puertos de primera encadenados, el Lanciano y el Blockhaus, donde por fin deberán pasar sí o sí a la acción los Simon Yates, Carapaz, Landa o Bardet. No les queda otra. Llegan los puertos duros. Y ahí también estará obligado a defenderse Juanpe López, el sevillano que porta la maglia rosa desde el Etna, que es un buen escalador pero que nunca se ha visto en esta tesitura.
Con ese horizonte parecía que nadie le prestaba demasiada atención al circuito de Nápoles. Y a López le crecieron los enanos entre las múltiples subidas al Monte di Procida y al empinado barrio de Coroglio. Porque en la escapada se coló el francés Guillaume Martin (Cofidis), que estaba a 4m6s en la general. Así que el Trek, el equipo de Juanpe, tuvo que sacar la calculadora y tirar mucho para amarrar la maglia. Porque se quedaron sin aliados cuando los sprinters Demáre y Cavendish se lavaron las manos.
Nadie colaboró con López, que fue quemando compañeros. Cataldo, Mollema y Mosca no lograban atar a los escapados. E incluso paró a Skjelmose Jensen, que iba por delante, para que ayudase a controlar la desventaja. Por fin, a falta de 11 km, la diferencia bajó de los cuatro minutos. Habían controlado la situación. Aunque Juanpe López había sudado tinta rosa para sumar su quinto día como líder.
La etapa se corrió por parejas.
Como si fueran vasos comunicantes, lo que decidía uno afectaba al otro. Un par fue el de los citados Démare y Cavendish, que pronto bajaron los brazos, descartados para el triunfo.
Otro dúo, el más espectacular, el que más se dejó ver, fue el de Mathieu van der Poel (Alpecin) y Biniam Girmay (Intermarché). El perfil de la etapa era como una clásica corta, con constantes repechos, y así corrieron el neerlandés y el eritreo, como si estuvieran en una carrera de un día en Bélgica. Girmay fue la sombra de Van der Poel. Pegadito a su rueda como una lapa. Donde iba el primer líder del Giro iba su rival en los adoquines. Todos sabían que ambos era dos firmes candidatos y acabaron en la escapada, junto a Jorge Arcas (Movistar), el propio Martin y De Gendt (Lotto), cazador de etapas que se llevó el triunfo. El belga ya tiene la parejita en el Giro, como la tenía en el Tour.
Otro tándem que corrió pegado, indivisible, fueron Juanpe López y Kämna, primer y segundo de la general. El alemán, en el último repecho, intentó sorprender. Pero López, que lo tenía vigilado, no le dejó irse ni un metro. La maglia estaba a buen recaudo. El Blockhaus será otra historia.c
Solo a falta de 11 km, el Trek pudo situar la diferencia del escapado Martin por debajo de los cuatro minutos