El PSOE renuncia a abolir la prostitución para poder aprobar la ley del solo sí es sí
Unidas Podemos también retira su propuesta de penalizar a los proxenetas
Enésimo enfrentamiento entre PSOE y Podemos que in extremis termina con acuerdo. En esta ocasión, a cuenta de la prostitución y sus referencias en la ley de Garantía de la Libertad Sexual, más conocida como la del solo sí es sí. El equipo de Irene Montero, que ha elaborado la norma, planteaba penalizar a los proxenetas y a las personas que alquilen pisos o locales que sean utilizados para la prostitución, mientras que el PSOE, a través de una enmienda, pretendía abolir la prostitución. Y en medio, el resto de grupos que normalmente apoya al Gobierno que no pensaba votar una norma que prohíba la prostitución.
Espadas en alto al inicio de la comisión de Igualdad que iba a votar tanto la enmienda del PSOE (que contaba solo con el apoyo del PP) como el dictamen, que no saldría si incluía esa enmienda. Al final, el PSOE retiró la polémica enmienda y Unidas Podemos su propuesta de penalizar a los proxenetas y a las personas que alquilen pisos o locales que sean utilizados para la prostitución. El dictamen contó con los votos de la mayoría y la semana que viene, el pleno del Congreso votará la ley del sólo sí es sí.
En medio de esa disputa, fuertes cruces de acusaciones de unos y otros. Especialmente de los socialistas, que se vieron obligados a recular para evitar que una de las normas estrella de la legislatura quedara en un cajón. Al margen de los enfrentamientos políticos, la realidad es que la ley del sólo sí es sí saldrá adelante. Una norma que elimina en el Código Penal la distinción entre abuso y agresión sexual, que hace del consentimiento expreso la clave para juzgar los delitos sexuales y que garantiza una atención integral a las víctimas, entre otras cuestiones. Entre las enmiendas que se han incorporado, destaca la que reconoce el derecho a la residencia y al trabajo a las víctimas de violencia sexual en situación irregular, en el marco de las autorizaciones excepcionales recogidas en la ley de extranjería.
También el derecho a recibir ayudas a las madres de los menores asesinados por sus parejas o ex parejas, como víctimas de la violencia vicaria, y se ha blindado la financiación de las medidas incluidas en el Pacto de Estado contra la violencia de género, al establecerse que el Estado deberá aprobar las partidas presupuestarias necesarias.
Esta normativa recoge parte de lo demandado en las movilizaciones en las que se coreaba “hermana, yo sí te creo” y “no es no”, que se produjeron tras la violación grupal de La Manada a una joven de 18 años en las fiestas de San Fermín. Entonces, hubo un tribunal que consideró que su falta de resistencia se podía entender como consentimiento.
El proyecto de ley dice que “solo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente, mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona”. Y deja claro que en caso de que no exista ese consentimiento, todo lo que ocurre es una agresión. Independientemente de que haya intimidación o violencia para someter a la víctima, terminando con la distinción entre abuso y violación.
Además, recoge el acoso ocasional callejero, estableciendo como un delito leve proposiciones sexuales o sexistas que hagan a la víctima en una circunstancia que sea objetivamente humillante y hostil.
Se elimina la distinción entre abuso y agresión, y también se recoge como delito leve el acoso callejero