La Vanguardia

Oldani venga a Van der Poel

Juanpe López mantiene el rosa frente a Kelderman

- ROBERTO RODRÍGUEZ RASEEVILA

Stefano Oldani (24) se aprovechó del excesivo marcaje sobre su compañero Mathieu van der Poel (27) y pudo explotar su condición de secundario para exaltar por segunda jornada consecutiv­a el orgullo de Italia. Primer triunfo profesiona­l de su carrera para el de Alpecin en la etapa más larga de este Giro (204 km). Una jornada, muy parecida a una clásica llena de trampas, en la que se formó una escapada de 22 corredores, con nombres ilustres como los de Van der Poel (Alpecin), Kelderman (Bora) o Mollema (Trek). Al final, en la fuga de la fuga, Stefano Oldani (Alpecin) fue más rápido que Lorenzo Rota (Intermarch­é) y Gijs Leemreize (Jumbo). Por detrás, el Trek tuvo que trabajar para controlar la distancia con respecto a Kelderman, y Juanpe López salvó el maillot rosa pese a llegar a nueve minutos en meta.

Olvidaron la pereza los ciclistas y en esta ocasión corrieron de verdad (llegaron con 36 minutos de adelanto). La etapa, con tres puertos importante­s de tercera categoría, era una invitación a las escapadas, y un gran grupo se marchó con intencione­s espurias. Entre ellos, Van der Poel, necesitado de triunfos después de 12 días de carrera y tras su segundo puesto en el sprint de Jesi, que se llevó el eritreo Girmay. El belga era el hombre que seguir en la escapada, el control sobre él era absoluto, por eso cuando Lorenzo Rota decidió atacar a 50 km de meta, Oldani vio la oportunida­d de seguirlo sin llamar la atención. Junto a ellos se fue el neerlandés Gijs Leemreize.

Más tarde fue Bauke Mollema el que intentó acortar distancias con los escapados y se llevó a su rueda a Kelderman, con opciones de liderato, Hamilton

y Buitrago. Van der Poel lamentaba su suerte. Y mientras, el de Bora comenzaba una contrarrel­oj con el pelotón para intentar vestirse de rosa, algo que el Trek impediría finalmente controland­o el ritmo de un pelotón muy relajado.

En la llegada, el neerlandés Leemreize se sabía el más lento, por eso atacó a falta de 900 metros. Repitió a 500. Pero Oldani frustró ambos intentos con una exhibición de potencia y a continuaci­ón lanzó la ofensiva. Rota se mantuvo a su rueda, incluso pareció con fuerzas para adelantarl­o, pero finalmente sucumbió frente al del Alpecin. Dos días después, Oldani conseguía vengar a Van der Poel frente a otro Intermarch­é tras su fiasco en Jeni.c

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