Calvo rompe la cautela socialista en el regreso del emérito: “Gran bochorno”
Dirigentes del PSOE critican las consecuencias del “espectáculo” de Juan Carlos
La exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo rompió ayer la cautela impuesta en el sector socialista del Ejecutivo, y en la dirección del PSOE, ante el retorno de Juan Carlos a España. Calvo, que actualmente preside la comisión de Igualdad del Congreso, lo hizo con un tuit en tono irónico, ante la ola de calor que sufre España: “Hoy suben las temperaturas en todo el país, gran bochorno en Sanxenxo”, advirtió la exvicepresidenta.
La ironía no ocultó, sino que amplió el eco de la irritación que también existe dentro del PSOE con la exposición pública y “falta de discreción” del emérito, y el perjuicio que consideran que supone para Felipe VI, sin ofrecer ninguna explicación o asumir responsabilidades por unos supuestos manejos financieros que la Fiscalía acreditó como sospechosos, si bien no perseguibles debido a su inviolabilidad. “Le está echando un pulso al país y al jefe del Estado”, advierten dirigentes socialistas sobre la actitud de Juan Carlos en su regreso a España.
“Y la derecha, con gran tolerancia a la corrupción, haciéndole el juego. Menudos constitucionalistas están hechos”, denuncian voces socialistas. Y alertan de que la efusiva bienvenida que el Partido Popular depara a Juan Carlos solo busca añadir más elementos de desestabilización para el Gobierno.
En la Moncloa están asistiendo con una mezcla de perplejidad y resignación al “espectáculo” y la “exhibición”, con gran repercusión mediática, que algunas voces socialistas consideran que está protagonizando el anterior jefe del Estado desde que aterrizó el pasado jueves en Vigo y ahora en Sanxenxo.
Pero el guion fijado por Pedro Sánchez, para tratar de preservar la figura de Felipe VI y la institución monárquica, se limita a advertir que el emérito debe dar explicaciones a la ciudadanía, por el presunto fraude fiscal cometido con su fortuna en el extranjero, y a resaltar “la senda de ejemplaridad y transparencia” por la que ahora avanza el actual jefe del Estado. Además de desmarcarse de cualquier decisión al respecto: “Es un viaje privado, el Gobierno no participa ni tiene nada que ver”, zanjan en la Moncloa.
Estos son los argumentos a los que se aferran en el Gobierno los ministros socialistas, y en la dirección del PSOE, desde que se anunció el primer regreso a España del emérito después de dos años de residencia en Abu Dabi en espera de que la justicia archivara las investigaciones sobre sus posibles irregularidades fiscales. Y que ayer volvieron a esgrimir, mientras Juan Carlos se daba un baño de multitudes en Sanxenxo.
“El Gobierno es absolutamente respetuoso con las decisiones del rey emérito, que las enmarcamos en el ámbito personal”, reiteró la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez. “A la ciudadanía le gustaría recibir explicaciones de todo lo que ha pasado”, insistió la ministra de Justicia, Pilar Llop. Aclaraciones que también demandó la titular de Transportes, Raquel Sánchez, tras admitir que el retorno del rey emérito está generando “cierta inquietud”.
No obstante, pese al guion impuesto en el PSOE para no echar más leña al fuego por el retorno del emérito, ante un escenario político ya muy caldeado, otros diputados socialistas también están haciendo oír sus críticas. “La llegada del emérito supone un desprecio a la democracia”, advirtió Odón Elorza. Y el diputado Daniel Viondi calificó de “exaltación de las corruptelas patrióticas” tanto los “aplausos al emérito en Sanxenxo” como los elogios que José Luis Martínez Almeida dedicó a Esperanza Aguirre en el congreso del PP de Madrid.
“Le está echando un pulso al jefe del Estado; y el PP, tolerante con la corrupción, le hace el juego”, denuncian