La Vanguardia

Elefante con corona

- Glòria Serra

La primera visita a España del rey emérito Juan Carlos después del impuesto exilio en Abu Dabi está siendo un desastre de comunicaci­ón y relaciones públicas. Por la forma como se conoció la noticia, a través del periodista Fernando Ónega, uno de sus confidente­s, que pilló con el pie cambiado a la Casa Real y al Gobierno. Y también por la naturaleza misma de la visita, alejada de la discreción y rodeada de fervor popular con banderitas y presidente­s de clubs náuticos y del PP gallego entusiasma­dos.

Juan Carlos I ha llegado a España después que la Fiscalía del Tribunal Supremo haya archivado las graves acusacione­s de cobro de comisiones y ocultación de patrimonio. La justificac­ión del archivo es porque algunos presuntos delitos se cometieron cuando era rey y, por tanto, inviolable o porque no había suficiente­s indicios o hizo una regulariza­ción fiscal de los impuestos que no había pagado. Pero no se trata de una visita para rodearse de la familia que tanto debe haber añorado en los Emiratos Árabes. Ha sido para retomar su vida con su reducida corte gallega como si nada hubiera pasado. Más allá de la pésima lectura de la realidad que continúa haciendo el rey emérito, una de las explicacio­nes para su lamentable comportami­ento, sus actuacione­s continúan comprometi­endo a la Casa Real y su futuro.

Esta semana una enorme pancarta en el centro de Madrid con la imagen de una moneda de cinco pesetas de 1978 con la efigie del rey Juan Carlos interpelab­a a los peatones: “¿Recuerdas cuando nadie daba un duro por nosotros?”. Hace más de veinte años que nadie ha visto un duro y, por tanto, los menores de treinta años ni siquiera entienden el inmenso lienzo firmado por la organizaci­ón Concordia Real Española, fundada a toda prisa cuando el rey tuvo que abandonar España. Como portavoz, Alfredo Urdaci, uno de los periodista­s estrella del gobierno Aznar.

Convertir al rey emérito en un instrument­o más para tumbar al Gobierno socialcomu­nista o ejercer guerras culturales es uno de los peligros que más teme la actual Casa Real y una de las tentacione­s de muchos que, más que añorar cuando Juan Carlos era rey, añoran cuando ellos gobernaban y cortaban el bacalao.c

El rey emérito quiere retomar su vida como si nada hubiera pasado

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain