“Galicia y su paisaje es un lugar perfecto para hacer un ‘nordic noir’”
El éxito de Hierro podría tener continuidad con la nueva serie del mismo equipo creativo: Rapa. Creada por Pepe Coira y Fran Araújo y dirigida por Jorge Coira, junto a Elena Trapé, está protagonizada por Javier Cámara y Mónica López, que interpretan a Tomás, único testigo del asesinato de la alcaldesa de un pueblo gallego, yaMaite,l as argento de la Guardia Civil que investigará el crimen. Tomás, profesor de Literatura en el instituto, se obsesiona por este caso porque ve la oportunidad de vivir una historia como las que le apasiona leer. Producida por Movistar+ en colaboración con Portocabo, la serie de seis episodios se ha rodado principalmente en las localidades gallegas de Ferrol y Cedeira, una tierra de altos acantilados sobre el mar, donde los caballos viven libres, salvo un día, el de la rapa das bestas, que da título a la serie.
¿Qué le atrajo de Rapa ydesu personaje ?
Quizás que es muy diferente a todo lo que había hecho hasta ahora. Me atraía mucho, no tanto la complejidad de un thriller, que no había hecho ninguno, sino entrar en ese engranaje de investigaciones sobre un asesinato, de ser el testigo principal y el principal sospechoso al principio. Me gustaba también la personalidad de Tomás, a quien no le importan nada las emociones de los demás y que a través de su cabezonería de querer entender las palabras que la alcaldesa le susurró antes de morir pasa por encima de todo sin ningún cuidado. Solo le importa él mismo, pero será precisamente ese egoísmo el que le lleve al final a descubrir qué pasó. También me gusta la pareja que se hace con Maite.
¿Le sedujo además que el equipo creativo fuera el mismo de Hierro?
Si, por supuesto. Mónica López y yo lo primero que hicimos fue pedir la bendición de Candela Peña. Este equipo hizo un trabajo fantástico con Hierro, que Movistar catalogó como su mayor éxito.
¿Hay algún paralelismo entre ambas series más allá de compartir el equipo creativo?
Imagino que el objetivo era dar un paso más hacia delante y hacer algo más personal. Por eso entiendo que volvían a su tierra, Galicia. En Rapa hay muchos circulos concéntricos. La parte social del pueblo pequeño, la parte política de la cacique multipoderosa, la parte meteorológica
y de idiosincrasia de los personajes que aparecen... A mi juicio, es un drama familiar y personal que va más allá de lo que podía ser Hierro en su momento. Pero es cierto que lo han hecho los mismos y habrá similitudes. Es como cuando yo pongo cara a todos los personajes que interpreto; es inevitable que haya algo mío en todos ellos.
¿Cómo fue el rodaje en Galicia?
Ese es otro motivo que me atrajo de la serie, ir a rodar al norte de Galicia. Me encantan la lluvia y los fenómenos meteorológicos en general. Me gustó inmiscuirme en ese territorio y descubrir como es la sociedad gallega, con esa idiosincrasia tan meteorológica. Y después también está la larga lista de actores gallegos magníficos que participan.
El título de la serie alude a una fiesta de la Galicia rural consistente en rapar las crines de los caballos salvajes. ¿Esa tradición solo sirve de fondo a la historia o tiene conexión con la trama?
Creo que tiene algo como antropológico. La serie quiere mostrar como se comporta un pueblo y unos personajes que están muy conectados con lo que les rodea, con lo meteorológico, lo orográfico, las montañas, el frío, el viento… Galicia te ofrece la posibilidad de que el paisaje se convierta en un personaje más. Es un lugar perfecto para hacer un nordic noir como en los países escandinavos. En cuanto a la tradición de la rapa das bestas, esta protagoniza el punto álgido del tercer capítulo y hay cierta conexión entre los caballos y lo que siente Maite.
¿Es usted tan obsesivo como Tomás?
Me gusta mi trabajo y llego a veces con una alegría que puede resultar un poco obsesiva. Ahora voy todos los días al teatro y siempre pienso que esa noche podemos tener la mejor función que hagamos nunca. Me imagino que es una especie de confirmarme a mí mismo que cada día es especial. Quizá soy un poco obsesivo trabajando o quizá solamente es que me gusta tenerlo todo atado hasta que el director o su ayudante gritan “acción”. Y después de eso, ya me siento libre para que pase lo que sea.
Tomás se obsesiona tratando de resolver el crimen como una forma de escapar de la rutina. ¿Usted también siente esa necesidad alguna vez?
Siempre tienes libros, música… Mucha gente quiere escapar de la tristeza del trabajo, pero no es mi caso. Los actores no escapamos de la rutina sino que nos ponemos en contacto con otras vidas y otras realidades. Lo que sí necesito a veces es descansar y volver a contactar con tu familia, tu sofá, tu cama y sobre todo tu almohada. Por el bien de mi cuello.c