Dos millones menos de jóvenes desde el 2000 para emplear en el sector
Una familia con un solo sueldo de camarero es considerada pobre
Si usted trabaja de camarero o de ayudante de cocina y es el único sustento de un grupo de cuatro personas, su familia será pobre. Es la conclusión que se extrae analizando las tablas salariales del convenio de hostelería de Catalunya (sueldos anuales de 18.821 euros anuales para un camarero en un bar en Tarragona) con el umbral de la pobreza de una familia con cuatro miembros que el INE situaba en el 2020 (hace ya dos años) en 20.215 euros anuales.
Por eso, esas ofertas de trabajo solían acabarlas cubriendo jóvenes o inmigrantes. En el primer caso, el catedrático de la UAB Josep Oliver advierte del cambio demográfico que se ha dado en España, donde se ha reducido la cohorte poblacional más joven. En el 2000 había 9,3 millones de personas entre 15 y 29 años, mientras que el año pasado eran solo 7,3 millones. Se han esfumado dos millones de jóvenes.
Desde 1995, la caída de jóvenes (16-34 años) en la población en edad de trabajar (16-66 años) fue aún mayor: del 21%, lo que equivale a 2,5 millones. “Tienes un problema de pérdida demográfica. Históricamente la hostelería era un mecanismo de entrada al mercado de trabajo ya que no se pedía experiencia”, señala Oliver al advertir que esa falta de mano de obra joven no se ha compensado suficientemente con la llegada de inmigrantes ni con la movilidad geográfica. Los mayores problemas para encontrar mano de obra en la hostelería son en zonas de costa de Catalunya o el Levante. Son zonas donde el paro juvenil es inferior al de otras zonas de España. Un informe de Oliver alerta de que mientras la tasa de paro medio de 16 a 34 años era del 24,2% en España en el 2020, en Catalunya fue del 20,4%, en Maciación drid del 19% y en el Levante del 18%. Hay menos jóvenes en paro en aquellas zonas donde tradicionalmente son más necesarios para la hostelería.
El secretario de hostelería y restauración de UGT Catalunya, Igor Abascal, añade que “la gente joven tiene otra mentalidad y no va a aceptar trabajar en según qué horarios, por lo que se pasan a otras actividades como el reparto, por ejemplo”. En el caso de las camareras de piso, los sindicatos han identificado que con la pandemia muchas se pasaron al servicio a las personas. En Catalunya, la Generalitat puso en marcha cursos para incentivarlos.
En relación con la mano de obra foránea, Oliver cree que “lo que pasa es que la crisis de la covid ha afectado a los flujos migratorios, que han sido más bajos que en el pasado”, añade. Esteban Sanabria, responsable de la negocolectiva de la federación de servicios de Catalunya de CC.OO., apunta que muchos trabajadores de hostelería pasaron también a la construcción.
Por lo tanto, ante una mano de obra a la baja es necesario mirar los salarios con detenimiento. En el caso de Catalunya, el convenio colectivo interprovincial rige sobre todo el territorio salvo Lleida. Los sueldos son los que se pactaron para el convenio que finalizó su vigencia en el 2019. En el 2020 y el 2021 se prorrogó con congelación y actualmente está en negociación sin que haya habido acercamiento de posturas. Por lo tanto, un camarero cobra hoy lo mismo que en el 2019. Solo contando la inflación, ese trabajador ha perdido más de un 10% de poder adquisitivo.
Abascal teme que la patronal –como ya ha sucedido en otras ocasiones– dilate la negociación salarial más allá del verano. Así, esta campaña los trabajadores percibirán sueldos de tres años atrás. Aunque la ley permite reclamar al empresario por las subidas pactadas, es difícil que un empleado consiga en otoño que el chiringuito de la playa en el que estuvo empleado meses atrás le pague esa regularización.
Lo que sucede en Catalunya se puede extender a otras zonas de España. La patronal Hostelería de España constató que en 16 provincias había como mínimo una categoría profesional en la que el salario era el SMI.C
Muchas camareras de piso dieron el salto en la pandemia al sector del cuidadores de dependientes
En Catalunya los empleados del sector han perdido más de un 10% de poder adquisitivo