Con el alquiler por bandera
Una de las últimas sorpresas que Concha Osácar reconoce haberse llevado en su vida es ver cómo su figura se ha convertido en referente para muchas directivas del sector inmobiliario, que la ensalzan como su modelo en las redes sociales. “Me sorprendió mucho”, reconoce con pudor en una tranquila charla en la sede de Azora en Madrid.
Tal vez la única sorprendida por ser considerada como referente sea ella, porque el currículum de esta navarra es difícil de igualar. Directiva de éxito, empresaria emprendedora, madre de dos hijas, hija cuidadora, viajera, colaboradora con oenegés... Y después de la pandemia hasta hace deporte; poco, eso sí, porque “no le motiva nada”. Osácar es una de esas mujeres para las que la esfera del reloj parece moverse a un ritmo diferente al del resto del mundo. Llega a todo. “Yo creo que he logrado un equilibrio razonable”, reconoce sin inmutarse.
Solo por su última etapa profesional ya podría ser ejemplo.
Junto al exdirectivo de Banco Santander Central Hispano Fernando Gumuzio fundó en
2003 la gestora de inversión inmobiliaria Azora. En pleno boom inmobiliario fue capaz de aparcar el ansia del sector por la venta y apostar por algo entonces tan extraño en España como el alquiler institucional, ahora denominado build to rent. “La rentabilidad era menor que construir para vender, pero estaba claro que España necesitaba, y sigue necesitando, la promoción de viviendas en alquiler a precio asequible. No lo inventamos. Estaba en toda Europa y aquí vimos que era necesario”, señala.
Lo de ser pionera lo lleva en la sangre. Concha Osácar se ha pasado casi toda su vida profesional desafiando miradas incrédulas, masculinas principalmente, que años más tarde se rendían ante la evidencia de sus éxitos. Le ha ocurrido con el build to rent, pero ya le pasó en los años ochenta del siglo pasado cuando una compañía francesa la eligió para ser la abanderada de algo tan extraño entonces en España como los fondos de inversión inmobiliaria institucional. “Fue un trabajo interesantísimo, impulsar una normativa que no existía aquí y una vez que se aprobó poner en marcha el primer fondo de inversión inmobiliaria que existió en España”. Fue en el Banco Central Hispano y ya entonces el 50% del patrimonio debía invertirse en vivienda en alquiler.
Ella fue la primera mujer al frente de la patronal de fondos de inversión, Inverco, y bajo su batuta se puso en marcha el famoso fondo inmobiliario Banif, y fue la propulsora de la socimi Hispania. Desde Azora, su proyecto personal y “el que más la llena”, además de volver a apostar por el alquiler abanderó inversiones en las que, una vez más, pocos confiaban, en hoteles vacacionales, residencias de estudiantes y mayores, oficinas, logística de proximidad. Ahora, parte del porfolio de inversión habitual de muchos fondos.
Su labor ha sido tan destacada que hasta el papa Francisco se fijó en ella. “Fue en plena pandemia cuando me llamaron y me quedé muy sorprendida”, admite. Por supuesto, dijo sí y ahora forma parte del Consejo Económico del Vaticano. “Es un honor y una responsabilidad aportar mi conocimiento y experiencia a la economía de una institución milenaria como la Santa Sede”, asegura.
Un conocimiento y experiencia que le sirve ahora para descartar que haya burbuja inmobiliaria y para que, pese a ser la abanderada del alquiler, recomendar “a quienes puedan que no se gasten todos sus ingresos, hay que evitar llegar a ser mayor y seguir viviendo de alquiler”. Por ello, también urge a las administraciones públicas a que apuesten con determinación por el impulso del alquiler asequible. Y recuerda a los gobernantes que solo las ciudades que tengan una infraestructura de alquiler adecuada serán las triunfadoras del futuro, las que atraigan empleo y empresas. “No hay más que ver lo que ocurre en Eivissa”. “España necesita 2,5 millones de viviendas en alquiler”, advierte.
En lo profesional, impulsar la internacionalización de Azora es su próximo reto. En lo personal, ansía perderse uno o dos meses en la profundidad de India.c
“Solo las ciudades que tengan infraestructura de alquiler asequible serán las triunfadoras del futuro”