Una comunidad ‘on fire’
La Comunidad Valenciana actual se parece poco a la que era noticia hace unos años por escándalos políticos o económicos. En los últimos días, ha sido protagonista por dos noticias económicas de magnitud: la decisión de Seat Volkswagen de escoger a Sagunt para instalar su gigafactoría de baterías, que permitirá la creación de 3.000 puestos de trabajo directos, y el anuncio de Ford de ampliar su fábrica de Almussafes para hacer coches eléctricos. Ambas iniciativas darán a la comunidad una proyección como centro tecnológico del automóvil, ya que solo la fábrica de Sagunt podría crear más de 15.000 puestos de trabajo indirectos. Algo bien conocido en Catalunya por los miles de empleos que genera el ecosistema de Seat.
También, hace pocos días, se estrenó el Caixaforum València, un gran centro cultural auspiciado por la Fundació La Caixa, que supone un gran reclamo para la Ciutat de les Arts i les Ciències, y esta misma semana la Generalitat tiene previsto reabrir el fracasado proyecto de estudios de cine de la Ciudad de la Luz. El Govern valenciano ha logrado revertir la situación de este espacio, que llevaba años abandonado, para tener ahora una segunda oportunidad como gran plató de cine ante la magnitud de ofertas que generan las series de las plataformas digitales.
En fin, es una comunidad que se mueve. Y La Vanguardia no puede dejar de estar atenta a ello. Si en el 2021 abrió una delegación para potenciar una edición digital específica para Castellón, Valencia y Alicante, ahora ha estrenado una edición de papel que fue presentada ayer en el Palau de Comunicacions de València. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, el alcalde de València, Joan Ribó, seis consellers del Govern y representantes de la sociedad económica y cultural, arroparon al presidente del Grupo Godó, Javier Godó, para dar fe de la importancia de esta apuesta de La Vanguardia.
Govern,empresariosysociedadcivildanlasensacióndeirtodosa una en la Comunidad Valenciana, algo que no podemos decir de Catalunya, donde ayer se vivió un nuevo enfrentamiento entre independentistas y constitucionalistas en torno a la gobernanza de la Cambra de Comerç de Barcelona. La Comunidad Valenciana está on fire y no es por las fallas.