Los helados Ben & Jerry’s seguirán en los asentamientos israelíes
La marca de helados estadounidense Ben & Jerry’s –propiedad de la multinacional Unilever–, que el año pasado anunció que dejaría de vender sus productos en los asentamientos israelíes de Palestina, cedió ayer sus derechos comerciales en Israel a Avi Zinger, titular de la licencia en ese país, allanando el camino para la reanudación de sus ventas en estos territorios. Ben & Jerry’s paralizó sus operaciones porque no eran “compatibles” con sus “valores”, lo que fue bien recibido por los palestinos y rechazado por los israelíes.
No obstante, Avi Zinger contravino las directrices de la empresa matriz y había seguido distribuyendo sus helados, producidos en su fábrica de Tel Aviv.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, que lidera una ofensiva contra la campaña de boicot al Estado judío, celebró el anuncio, “que garantiza no solo que la fábrica de Ben & Jerry’s estará protegida, sino que sus numerosos empleados, así como sus clientes, judíos y musulmanes, israelíes y palestinos, no serán el objetivo de una campaña para desacreditar a Israel”.
“El antisemitismo no nos derrotará ni siquiera cuando se trata de helados”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Yair Lapid.
Fundada en 1978, Ben & Jerry’s es una empresa conocida por sus compromisos progresistas, desde la protección del medio ambiente hasta el respeto de los derechos humanos o el tema de la desigualdad.