El PSOE confía en el PP para salvar la llegada de más destructores a Rota
Unidas Podemos y ERC se muestran reacios a acoger la mayor flota de EE.UU.
España va camino de acoger la mayor flota de Estados Unidos después del anuncio de la llegada –aún sin fecha concreta– de dos nuevos destructores estadounidenses a la base de Rota (Cádiz).
El acuerdo fue refrendado el martes tanto por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, como por el norteamericano, Joe Biden. Pero el hecho de que suponga una modificación del convenio de Cooperación para la Defensa entre Estados Unidos y España, firmado en 1988, obliga a refrendarlo en el Congreso de los Diputados.
Y ese trámite parlamentario no le saldrá gratis al PSOE, quien, a tenor de las primeras reacciones de Unidas Podemos y ERC, entre otros, tendrá que remangarse, y desgastarse, en busca de los apoyos parlamentarios necesarios al margen de la cada vez más lejana gran coalición de investidura.
El primero en manifestar su disconformidad fue Unidas Podemos. Dos días después de acatar disciplinadamente la postura impuesta por el PSOE en lo referente al luctuoso episodio del salto a la valla de Melilla, la coalición de izquierdas marcó distancias. Y, sin romper ningún puente, avanzó la necesidad de “analizar” el sentido de su voto en la Cámara Baja.
El encargado de verbalizar las discrepancias fue el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens: “Es evidente que nuestra posición es diferente” y que “la idea no es más escalada militar ni más destructores en Rota”, apuntó en un primer momento para matizar, antes de que saltaran las alarmas en la Moncloa, que aún “está pendiente decidir el voto”.
Los focos apuntaron, a continuación, a ERC. Sin necesidad de medir su respuesta, el principal socio externo del Gobierno adelantó su voto en contra y su portavoz de Defensa en el Congreso, Gerard Álvarez, consideró el acuerdo entre Madrid y Washington “una decisión entendible por parte de un Estado militarista”.
Algo menos contundente, aunque igual de receloso, se mostró Compromís, otro de los socios habituales del Ejecutivo en esta legislatura.
Del mismo modo se expresó el líder de Más País, Íñigo Errejón, recriminando que el Ejecutivo esté adoptando “un lenguaje bélico” que le aproxima al PP.
Con la numerosa delegación estadounidense aún en Madrid por la celebración de la cumbre
de la OTAN, a la ministra de Defensa le faltó tiempo para salir al paso y espantar cualquier fantasma. Margarita Robles garantizó a Estados Unidos que el Congreso de los Diputados aprobará el refuerzo del escudo antimisiles de Rota porque es “algo bueno” no solo para los miembros de la Alianza Norte, sino “para la seguridad del mundo”.
Y ya mirando a su socio de Gobierno, deconstruyó los beneficios del acuerdo en clave interna y por triplicado: política de disuasión, garantía de seguridad en el conocido como “flanco sur” y creación de puestos de trabajo.
La rotundidad con la que Robles se expresó ayer se debe a que tanto PP como Ciudadanos ya han confirmado que darán su apoyo a la medida. Algo que no implica que ambas formaciones renuncien a desgastar al PSOE todo lo posible.
Así, el portavoz del Gobierno andaluz en funciones, Elías Bendodo (PP), lamentó que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no comunicara al Gobierno andaluz el aumento de la presencia militar estadounidense en la base naval gaditana. Además, le ha recordado que “va a tener la oposición a esto dentro de su gobierno”.
No fue la única crítica proveniente de las filas populares, donde no ocultan el malestar por el hecho de que el Gobierno no haya invitado al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, a ninguno de los actos oficiales agendados por la cumbre atlántica. Sin embargo, nada de esto hará dudar al PP de su compromiso con los españoles “en todo lo que sea fortalecer las relaciones con Estados Unidos”.
Ciudadanos, por su parte, se declaró orgulloso de que Estados Unidos decida aplicar su colaboración con España y avanzó su apoyo a fortalecer el protagonismo de España en la Alianza Atlántica frente al “pacifismo rancio y anticuado”. Y su vicesecretario general, Edmundo Bal, incluso ironizó apuntando que “tenemos que ganar la guerra a base de besos y abrazos pese a tener a la bestia de Putin amenazándonos”.n
Robles califica el acuerdo con Washington como “algo bueno” para “la seguridad del mundo”