Las relaciones abiertas
De un tiempo a esta parte hay muchas personas que dicen mantener “relaciones abiertas”, como aquellos casados que frecuentaban las tardes de los jueves el Trauma, bulliciosa discoteca de Barcelona. ¡Unos visionarios!
A simple vista, las relaciones abiertas son una ganga porque permiten a un capitán de empresa de Bilbao invitar a cocochas a una estilista de Albacete sin que sea lo que parece, a diferencia de las relaciones no abiertas que desaconsejaban compartir unas cocochas aunque solo fuese por combatir la inflación.
Si mal no entiendo, lo último en el mundo de la pareja es una relación abierta, que consiste en intimar con otro u otra sin mala conciencia ni disimulo, siempre y cuando –digo yo– el asunto tenga doble dirección, no sea que volvamos a los jueves del Trauma.
¿Estamos ante un antes y un después o se trata de blanquear el adulterio, la infidelidad o la cuenta de las cocochas, los percebes, el centollo y ese postre compartido? Gracias al progreso, el asunto promete y apasiona porque estamos ante la cuadratura del círculo y el ocaso del triángulo.
¿Qué será lo siguiente? Yo lo que lamento es que las relaciones abiertas hayan llegado tarde y muchos matrimonios no puedan, a estas alturas, modificar sus relaciones, sobre todo ahora, en verano, cuando lo primero es el cuidado de los nietos.
–¿Dices que tu madre se va esta semana a Calpe con el doctor Recasens? ¿Y ahora con quién dejamos a los niños?
–¿Y si se lo pido a la señora Recasens? La conozco de toda la vida...
Las relaciones abiertas implican altruismo, generosidad y visión estratégica porque erradican los celos y estimulan la libre competencia, de modo que el marido pachorra se lo pensará dos veces antes de enfundarse unas bermudas todo el verano, criar barriga y sortear las pistas de baile. ¡Adiós al toreo masculino de salón!
Supongo que no estamos ante otra operación al uso para tratar de encubrir algo negativo con una expresión flamante, sino más bien ante un experimento social que promete mucho y acabará como acaban estas cosas.n
Yo lo que lamento es que las relaciones abiertas lleguen tarde para muchas parejas