Ghislaine Maxwell pide cumplir condena en la cárcel de ‘Orange is the new black’
“Tuvo una infancia difícil y traumática con un padre autoritario, narcisista y exigente. La hizo vulnerable a Epstein”. Ni este ni el resto de los argumentos de sus abogados lograron librar a Ghislaine Maxwell de dar con sus exquisitos huesos en prisión por tráfico sexual de menores. Estará presa 20 años. Puede que todo lo que le queda de vida, pues ya ha cumplido los 60.
La socialité y ahora convicta ha pedido a la juez cumplir su condena en la prisión federal de Danbury (Connecticut). Esta cárcel no está considerada un centro especialmente duro, pero está muy lejos de los lujos con los que ha vivido la hija de un magnate y amante de otro, Jeffrey Epstein.
En esta prisión cumplió condena Piper Kerman, autora de Orange is the new black, el libro que inspiró la serie de Netflix. También ha albergado a otras reclusas famosas, como la cantante Lauryn Hill, condenada a tres meses por evasión fiscal; la estrella de la telerrealidad Teresa Giudice (Real housewives of New Jersey), por fraude y bancarrota fingida, y la magnate hotelera Leona Helmsley, también por fraude.
Según la prensa estadounidense, la reclusa Maxwell podrá disfrutar en prisión de una “gran variedad de pasatiempos y música” y de programas deportivos, que serán “como Disneylandia” comparados con el Centro de Detención Metropolitano donde ha permanecido. Maxwell se ha quejado de la comida, las malas condiciones para dormir y los guardias “espeluznantes” de esta cárcel de Nueva York.