Los perros descienden de dos poblaciones de lobos, una del este de Asia y otra de Europa
El perro doméstico proviene de al menos dos linajes o especies de lobos y empezó a domesticarse en sitios distintos, según una investigación internacional coordinada por el Instituto Francis Crick de Londres publicada ayer en Nature.
Tras comparar 71 genomas de lobos de entre 129.000 y 13.000 años de antigüedad y un genoma de dole o cuon de más de 70.000, los investigadores concluyeron que las especies de penía rro que abundan en Norteamérica, Asia y Europa provienen del lobo gris siberiano, pero que las de oriente Próximo, África y el sur de Europa también comparten rasgos genéticos con otra población de lobos del sudoeste de Eurasia. Ambas poblaciones de lobos tendrían que tener un ancestro común del que todavía no se han hallado fósiles.
“El estudio de los 72 genomas de lobos antiguos abarca alrededor de 30.000 generaciones, por lo que ha sido posible conocer cómo ha cambiado el ADN de los lobos a lo largo de este tiempo, describiendo la selección natural en acción”, explica una nota de la Estación Biológica de Doñana del CSIC, que ha intervenido en la investigación.
El registro fósil más antiguo asociado al perro actual data de un esqueleto de hace 14.000 años. El origen de los perros tuvo que producirse previamente. Los autores empezaron situándolo entre 40.000 y 14.000 años, para acotarlo después entre 25.000 y 14.000 años. Entre las muestras analizadas parecía que una alteración genética teno algo que ver con que los lobos sobreviviesen y dieran paso a una nueva especie, hace entre 40.000 y 30.000 años.
Durante este periodo, “una variante genética pasó de ser muy rara a estar presente en todos los lobos y perros de la actualidad. Esta variante afecta a un gen, IFT88, que está involucrado en el desarrollo del cráneo y la mandíbula”, explica el comunicado del EBD-CSIC. “Es posible que la propagación de esta variante haya sido impulsada por un cambio en la dieta de los lobos, producido por un cambio en los tipos de presas disponibles durante la edad del hielo y que dieron una ventaja a los lobos con una determinada forma de la cabeza”, aclaran desde la institución.