“La fiesta, el baile y el cuerpo unen flamenco y electrónica”
Músicos, hoy actúan en la apertura del Vida Festival
Hoy comienza una nueva edición del Vida Festival en Vilanova i la Geltrú ya en la plena normalidad –más que la del año pasado, cuando fue una de las citas masivas con controles previos de antígenos–, y en el profuso cartel de la primera jornada destaca la actuación de la cantante/cantaora Rocío Márquez junto a Bronquio, nombre artístico de Santiago Gonzalo. Junto al considerado uno de los productores más destacados de la escena electrónica y urbana nacional aunque procedente del punk, Márquez presenta (1.50 horas) el flamante álbum Tercer cielo, firmado a medias con Bronquio y donde su cante se fusiona con la música electrónica en un magistral retorno al folklore. La experiencia se repetirá el 16 de julio en el festival Grec.
El disco se titula Tercer cielo; ¿cuáles son los dos anteriores? Bronquio: es una expresión un poco polisémica. El primer cielo es cuando empezamos a dedicarnos a lo que nos gusta, el segundo es cuando el artista niega reglas para llegar a otros sitios que desconoce, y el tercero es cuando ya te da un poco igual y solo te queda el juego y la diversión. Rocío Márquez: He llegado tras pasar un momento de crisis artística. Lo he sentido varias veces, pero ahora justo antes de este disco tuve un momentillo duro, perdí incluso la motivación. Sentí que “he perdido el punch en lo musical”, y lo musical ocupa un lugar bastante central en mi vida. Y justo en aquel momento fue cuando vino la idea de juntarnos. Fue cuando decidimos hacer el remix. [La artista onubense se refiere a la propuesta que lanzó su discográfica, Universal, a Bronquio para que hiciese un remix de Empezaron los 40, uno de los temas de su anterior álbum Visto en el jueves. Posteriormente coincidieron en el 2019 en un homenaje a La leyenda del tiempo, y fue allí donde nacieron las ganas de trabajar conjuntamente].
Antes del remix, ¿qué sabían el uno del otro?
B: La conocía sobre todo por el álbum El niño que hizo hace unos años y que para mí es uno de los referentes del flamenco moderno. Porque está muy bien hablar de Omega y de La leyenda del
tiempo pero ya han pasado muchísimos años.
RM: Coincidimos en una presentación en el 2017, él estaba pinchando. Después le fui siguiendo y me gustó mucho cómo producía, como el trabajo que hizo con Kiko Veneno en Sombrero roto.
Este acercamiento de flamenco y electrónica, ¿era algo que ya tenía en la cabeza?
RM: No fue una búsqueda muy consciente. Me he dado cuenta después, cuando empezamos a buscar, cuando él empezó a venir a casa. En aquella época estaba obsesionada con Diamanda Galas, y en la pandemia me permitió algo que antes no: como no había actuaciones, vivía en el campo y no molestaba a nadie, me puse a probar un montón de cosas, cosas que vocalmente te impresionan mucho como la citada Diamanda, Fátima Miranda o Niño de Elche, y no había ningún problema si en algún momento me rozaba la voz, ya que podía parar y descansar. Probaba de verdad, desde la libertad y con cero miedo.
¿Algún referente de esta maridaje flamenco y electrónica?
B: Una referencia concreta que tenga que ver con un tipo de maridaje pues no la conozco. Niño de Elche me ha influido mucho, Los Voluble también pero sobre todo por concepto, Raúl Cantizano, la venezolana Arca.
RM: Este disco tiene 20.000 aristas también en las referencias; no hay una única dirección sino que conforme íbamos probando, esa amplitud también estuvo en el proceso. Y al final ves que flamenco y electrónica se encuentran en
Referente de fusión Su álbum ‘Tercer cielo’ acerca el folklore del flamenco a la electrónica
Estreno barcelonés
Ambos presentarán su flamante obra en el festival Grec el próximo 16 de julio
la fiesta, en el baile y en el cuerpo.
¿Y hay un hilo temático?
RM: Hay un recorrido, una estructura desde el principio hasta el final como la muda de piel de una serpiente. El ir experimentando te va regalando posibilidades, y en este caso trabajar con Unamuno, Manolo Caracol, San Agustín o autores actuales como Antonio Manuel, Macky Chuca, Carmen Camacho o García Montero… un punto muy poliédrico que al final es el eje que vertebra el proyecto.
B: Este disco también tiene una reivindicación de la libertad en cuenta a la forma que se le puede dar a un palo del folklore del flamenco, porque la historia nos dice que se ha jugado muy poco con eso. Parece que a la gente que ha trabajado con los palos del folklore del flamenco a muy pocos se les ha permitido hacer el viaje que Rocío y yo hemos hecho.
¿Qué hay en común en el punk y el flamenco?
B: Muchísimas cosas: crudeza, visceralidad, realidad y, sobre todo, humanidad. Como el ser humano volviendo a su estado más primitivo para lo bueno y para lo malo. El punk es eso.