Acuerdo entre Francia y Gran Bretaña para frenar el tráfico de migrantes
Londres pagará 72,2 millones de euros a París durante 2022-2023 para controlar mejor el canal de la Mancha
Francia y Gran Bretaña firmaron ayer un nuevo acuerdo para tratar de frenar el paso de migrantes por el canal de la Mancha, que este año ha alcanzado un volumen récord de más de 40.000 personas, según las autoridades británicas. El compromiso prevé que Londres pague a París 72,2 millones de euros en el periodo 2022-2023 para costear las operaciones de vigilancia en la costa y en el mar, lo que supondrá movilizar a unos 350 agentes adicionales, un incremento del 40% respecto a los actuales efectivos.
El acuerdo fue firmado en París por los respectivos ministros del Interior, el francés Gérard Darmanin, y su homóloga británica, Suella Braverman. En el texto se fija como objetivo desplegar “los recursos tecnológicos y humanos” necesarios en el litoral francés para detectar e interceptar las embarcaciones que pretenden atravesar el canal con migrantes irregulares.
Desde hace años, las travesías del canal de la Mancha de los small boats, como llaman los británicos a las pateras, es uno de los motivos de fricción entre Londres y París, cuyas relaciones después del Brexit han vivido momentos muy difíciles, por ejemplo debido a los derechos de pesca en aguas británicas.
El control de las playas en la ribera francesa del canal es complicada. Se trata de decenas de kilómetros de costa, con amplias
Los ‘small boats’ son un tema de fricción entre los dos países, enfrentados también por la pesca
playas y zonas de dunas. Los policías y gendarmes franceses utilizan motos todoterreno y también drones. Los británicos han acusado con frecuencia a los franceses de demasiada laxitud, de permitir a los migrantes embarcar para sacarse de encima el problema que supone la presencia permanente de estas personas en campamentos improvisados en la zona de Calais.
El nuevo acuerdo prevé fondos para la compra y adiestramiento de perros de detección en los puertos, cámaras de seguridad y la creación de centros de acogida en el sur de Francia para disuadir a los que llegan de que emprendan el camino hacia el canal de la Mancha con la esperanza de alcanzar el Reino Unido, donde muchos tienen parientes y amigos.
Las travesías de migrantes en el canal de la Mancha han provocado la muerte de al menos doscientas personas desde el 2014, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). El peor drama conocido se produjo el 24 de noviembre del 2021, cuando el naufragio de una barca se saldó con la muerte de 27 migrantes. Aquella tragedia supuso una conmoción, pues hasta entonces estos dramas se asociaban solo al Mediterráneo.
España se halla indirectamente implicada en la crisis del canal de la Mancha. Francia se queja de que son demasiados los migrantes que, tras atravesar el Mediterráneo, logran cruzar los Pirineos y seguir hacia el norte. De ahí que, en los últimos años, se hayan cerrado puestos fronterizos y, a menudo, se efectúen controles que no deberían tener lugar en teoría, y menos de manera casi permanente, entre los países signatarios del acuerdo de Schengen.
Horas después de anunciarse el pacto franco-británico, Darmanin efectuó unas declaraciones al diario regional La Voix du Nord en la que sostuvo que “los británicos deben cambiar para evitar convertirse en una tierra de atracción”. “Deben primero modificar las normas de su mercado de trabajo, ya que se puede trabajar sin papeles en el Reino Unido”, aconsejó el ministro francés. “Necesitan una relación normal con la Unión Europea, un tratado, que jamás lo realizó Boris Johnson, para determinar las normas de entrada de los extranjeros”, prosiguió Darmanin a La Voix du Nord.
Además de la entente entre París y Londres, los franceses quieren ahora estrechar la cooperación con belgas y holandeses para el control del canal de la Mancha. Está prevista una próxima cumbre entre todos los países ribereños.c