Zelenski visita Jersón y acusa a Rusia de más de 400 crímenes de guerra
El jefe de la CIA y el de la inteligencia exterior rusa se reúnen en Ankara
Fuertemente escoltado por sus guardaespaldas, pero sin chaleco antibalas ni casco, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se paseó en la mañana de ayer por la ciudad de Jersón, que quedó liberada de la ocupación rusa el pasado viernes. “El precio de esta guerra es elevado –aseveró–. Vamos paso a paso en todos los territorios temporalmente ocupados de nuestro país (...) Es un camino largo y difícil”.
La noche del domingo, en su cotidiano mensaje al país, Zelenski afirmó que en Jersón los ocupantes habían perpetrado al menos 400 crímenes de guerra, asesinatos y secuestros, entre ellos. Según él, han sido hallados cuerpos de civiles y militares, pero no dio detalles de dónde habían ocurrido ni tampoco de cómo se han investigado dichos crímenes. El avance de las tropas ucranianas fue muy rápido mientras las rusas se retiraban, a pesar de la gran cantidad de minas que éstas dejaron plantadas. Según el alto mando del frente sur, se liberaron 179 localidades y un total de 4.500 kilómetros cuadrados en una semana. Sin embargo, el 70% de la región de Jersón continúa en manos de los ocupantes.
Zelenski prometió que el abastecimiento de agua, electricidad y comunicaciones será pronto restablecido en la ciudad, y pidió a sus habitantes máxima precaución ante la posibilidad de que los rusos hayan dejado bombas trampa. El gobernador regional anunció, por su parte, que suministro de gas ya está asegurado.
De otro lado, la búsqueda de saboteadores camuflados entre la población y de colaboradores con los ocupantes es algo que también está en marcha. La policía ha pedido a los habitantes que colaboren en la búsqueda.
Zelenski acudió a Jersón acompañado de varios ministros y con una nube de fotógrafos y cámaras de televisión detrás, pero poco ha trascendido hasta ahora de cuanto ocurre en la ciudad liberada. Al menos seis medios de prensa, ucranianos e internacionales, fueron desposeídos de su acreditación por entrar en Jersón aparentemente antes de tiempo –el mismo viernes de la liberación– o, según el Estado Mayor ucraniano, “violar las normas de trabajo en el área de hostilidades”. Entre estos medios se cuentan la cadena CNN y el diario Ukraínskaya Pravda. La protesta de los periodistas, a la que se sumaron organizaciones civiles, por el exceso de burocracia y las limitaciones impuestas para trabajar llevó ayer al Defensor del Pueblo ucraniano a restituir los permisos. El control de los movimientos de los periodistas ha ido en aumento con el curso de la guerra, según señalaba recientemente la BBC.
Mientras Zelenski hacía la visita más importante tras una victoria militar ucraniana (aunque haya sido debida, finalmente, a la retirada rusa), en Ankara (Turquía) se reunían el jefe de la CIA, William Burns, y el jefe del servicio de inteligencia exterior SVR de Rusia, Serguéi Narishkin. La retirada rusa ha provocado especulaciones sobre algún tipo de pacto de cara a una negociación. El mensaje explícito de Washington sobre el contenido del encuentro decía que no tenía que ver con ninguna hipotética negociación sobre la guerra de Ucrania pero, al mismo tiempo, señalaba que se había comunicado previamente a Zelenski que esta reunión tendría lugar. Su contenido, oficialmente, se centraría en la prevención ante una escalada que llevara al uso del arma nuclear por parte rusa. Y, además, en una posible negociación, pero relativa a la liberación de ciudadanos estadounidenses detenidos en Rusia.c
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