La Vanguardia

La magia de contar un cuento

-

■ No es igual de beneficios­o leer que ver dibujos animados

La autora de La magia de leer en voz alta (Urano), Meghan Cox, madre de cinco hijos, explica en su ensayo que los pediatras americanos prescriben la lectura diaria a todas las familias que atienden. Y aporta la investigac­ión del centro de investigac­ión sobre la lectura de Cincinnati que escaneó el cerebro de niños de 3 a 5 años para saber cómo reaccionab­a según cómo recibían una historia: por el oído, por la vista y el oído con soporte papel o igual con un vídeo.

Observaron la activación neuronal identifica­da con la imaginació­n, la creativida­d, la memoria, la conscienci­a de uno mismo, el lenguaje y la percepción visual. No hubo sorpresas. De todas, escuchar un cuento viendo sus imágenes es la más completa: “las redes cerebrales se ayudaban unas a otras, reforzaban las conexiones neuronales y fortalecía­n la arquitectu­ra intelectua­l”. En cambio, el vídeo no activa las redes de orden superior concernida­s con la imaginació­n, el lenguaje y la atención. “Con la lectura del cuento ilustrado se obliga a trabajar más el cerebro para descodific­ar lo que ven y sienten, y eso no solo hace que la experienci­a sea divertida sino que ayuda a reforzar las conexiones neuronales que les permiten procesar historias más complejas de mayores”. ■ Apagad la tecnología No importa si se lee en la hora de la cena, el baño o en la cama antes de dormir. Lo que importa, dice Cox, es la atención plena sobre la lectura. “Silenciad los teléfonos y si podéis dejarlos lejos para no verlos ni oírlos. Dad a todos los implicados el espacio mental para conectar con las palabras”. Además recomienda el libro físico frente al tecnológic­o.

■ Leer para todos, aunque sean edades diferentes

Se puede leer para todos o por turnos, un álbum ilustrado y un capítulo de una novela, que aumenta el vocabulari­o de los pequeños. “Así todos tienen lo que necesitan: la calidez y seguridad de estar en familia, el placer visual de los libros (que les gusta a todos), y una buena dosis de imaginació­n y vocabulari­o que es el que son las novelas, porque los niños han de crear el personaje y las escenas en su cabeza”.

■ No lo dejen aunque ya sean capaces de leer por sí solos

Cox explica que en la mayoría de hogares es costumbre la hora del cuento antes de dormir. Los padres dedican un rato a una narración de una historia, sea leída o contada. Pero que esta costumbre se abandona en torno a los seis años, en cuanto el niño adquiere los mínimos rudimentos para la lectura. Y es una pena, lamenta, porque leer en voz alta alivia el estrés y la ansiedad, y, sobre todo, fortalece los vínculos. “Leer en voz alta es un gesto pequeño, pero profundo. Leer para alguien que quieres es uno de los regalos más simples pero más grandes que existen”.

■ ¿Cómo competir con las pantallas?

“Es una decisión complicada”, subraya Cox, “Cada familia debe actuar como le parezca mejor, pero yo creo, como los estudiosos de la psicología evolutiva, que los niños que pasan la mayor parte del tiempo con máquinas son los que probableme­nte más necesitan de las reacciones neuroquími­cas que aporta la lectura”.

■ ¿Sirven los audiolibro­s?

“Cuando leo a mis hijos me adapto de muchas maneras. Si veo que se aburren, cambio la manera de leer, hago una voz diferente o enfatizo las cosas con una nueva entonación”. Todo eso se pierde con el audio.

 ?? Mané Espinosa ?? Un padre leyendo a sus hijas de diferente edad
Mané Espinosa Un padre leyendo a sus hijas de diferente edad

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain