Triunfando desde los 18 años

Un recorrido por la precoz y extensa trayectoria de Bad Gyal, del Maresme a los escenarios globales

Aquella definición de Bad Gyal como “Alba Farelo, vecina de Vilassar, hija del actor Eduard y entregada cantante de trap y dancehall” que escribíamos en el 2017 se ha quedado decididamente incompleta sobre la actual dimensión de la cantante y artista catalana. El reconocimiento popular de los MTV sirve para focalizar la personalidad y la propuesta de una artista que lleva ya su tiempo enraizada en el circuito.

Desde su oficina de management Doble Cuerpo, una con las que trabajaba Bad Gyal, Borja Rosal dice que “yo no diría que este premio es un ‘ya era hora’, sino que es fruto de un trabajo bien hecho y de un crecimiento por su parte desde hace tiempo. Un reconocimiento merecido a una carrera muy sólida, a pesar de que solo tenga 25 años”. En efecto, Gyal-farelo (Vilassar de Mar, 1997) empezó muy joven y a los 18 años ya tuvo su primer éxito en plataformas. Actualmente es una de las artistas más reconocidas del mercado español según Spotify, por ejemplo.

Además, es una carrera basada sobre todo en singles y mixes (aún no ha hecho propiamente un álbum) y caracterizada desde el minuto uno por una música hecha con libertad y con mucha visión y enfoque. Y no es casualidad que en el 2019 firmara con las poderosísimas discográficas Interscope y Universal Latin. Y una proyección que se ha ido plasmando de forma progresiva en la dimensión de las propias convocatorias y escenarios. En este sentido, en tiempos recientes se la recuerda en su memorable concierto en el festival Sónar del 2019 en el Sónar Village en horario prime time, o el año anterior en el Primavera Sound en un cartel compartido con rueda de prensa incluida con Yung Beef y C. Tangana. Y siguiendo hablando del citado festival barcelonés, lo de este año tiene pocos precedentes: doble concierto en la edición barcelonesa, y una de las protagonistas de su expansión latinoamericana .

En este sentido, Abel González, responsable de booking del Primavera Sound, cree que “las dos actuaciones de Bad Gyal en el Primavera Sound Barcelona de este año nos dejaron una cosa muy clara: ya era una artista con un número de público y un tipo de show que pedía escenario grande. Había pasado de un tipo de espectáculo más orientado hacia el soundsystem y, según como, al nicho, a ser una artista de pop que tendía a la universalidad. Y el pop universal

“Siempre hay quien te dice que eres demasiado explícita, demasiado sexy, demasiado malhablada... pero digo lo que pienso”

ahora mismo, para ser de su tiempo, para que transpire contemporaneidad, ha de ser así de vistoso sobre el escenario y ha de beber de músicas que hace algunos años eran más minoritarias, como el dancehall, el R&B, el trap, la música de club…, y que ahora son un lenguaje global”.

Cuando el año pasado Alba Farelo publicó su ep Warm up, el ambiente estaba ya agitado con la anterior publicación de bombazos como Zorra y Pussy. En aquella ocasión, al comentarle sobre su explicitud en algunas de sus letras o su exhibicionismo en vídeos y directos, la cantante del Maresme fue diáfana en su respuesta a La Vanguardia: “Siempre ha habido gente que te dice que eres demasiado explícita, demasiado sexy, demasiado malhablada, demasiado descarada, demasiado ignorante, demasiado tonta. Pero si tienes la oportunidad de decir lo que sientes y piensas, para qué vas a cambiar y dejar de hacerlo por lo que diga la gente”.

Y cuando nos decía esto, nos acordábamos de lo que escribimos en estas mismas páginas cuatro años antes cuando la petó en el Sónar por primera vez: “Cantó y recitó sus referenciales banderines de enganche, como Pai (su particular versión del Work de Rihanna) o Despacio (en la que pide “despacio, despacio, despacio házmelo lento házmelo despacio dale hasta abajo”).

Una carrera con su recorrido, con puntos de inflexión que se pueden asociar a canciones concretas, como Fiebre alumbrada en el 2016, Jacaranda un año después con mucho gancho internacional, y después Zorra ,el remix con Rauw Alejandro, Blin blin, La prendo que la puso a sonar en Latinoamérica, o Sin carné, que es la última que ha hecho y que es como una continuación de La prendo. En cualquier caso, y resumiendo, sus letras y su actitud tienen un mensaje de la libertad sobre una misma y algunas se pueden leer en clave de empoderamiento femenino.

El también músico Borja Rosal, sentencia que “más que tener un mensaje filosófico detrás, por así decirlo, yo creo que trabaja muy bien el código: lo que la hace realmente destacable es su capacidad para escribir códigos nuevos, decir cosas que nadie ha dicho antes de esa manera”.●