Quiero ir al Mundial
A pesar de la cercanía del inicio del torneo aún es posible encontrar entradas, vuelos y alojamiento en Doha para disfrutar de la experiencia de vivir un partido mundialista por unos 1.000 euros
Si algún día Gianni Infantino, presidente de la FIFA, logra convencer al mundo del fútbol y cumple su sueño de implantar el Mundial cada dos años seguramente la magia del torneo no será la misma. Pero hasta que llegue ese momento, la Copa del Mundo sigue siendo lo máximo. Para los futbolistas y también para los aficionados. Así que cada cuatro años, durante un mes, el mundo se para y ver por televisión, por ejemplo, un Senegaluruguay se convierte en todo un acontecimiento. Pero hacer las maletas, subirse a un avión, conseguir entradas y presenciarlo en directo ya sitúa al aficionado en otra dimensión. La de los elegidos.
Qatar acoge desde el domingo el Mundial más extraño de la historia, concentrado todo en ocho estadios situados alrededor de una ciudad artificial construida en medio del desierto. Y ser un elegido sigue siendo una posibilidad real para todo aquel que lo desee y su bolsillo se lo permita. A menos de una semana para el inicio del torneo –el partido inaugural lo disputarán el domingo Qatar y Ecuador–, aún hay entradas disponibles, habitaciones de hotel libres y asientos de avión a la venta. El sueño es posible.
Aunque la organización ha anunciado que los aficionados sin entrada podrán entrar en Qatar a partir del 2 de diciembre, una vez concluya la fase de grupos, el primer paso para cumplir el sueño es conseguir una entrada.
Vamos a tomar como ejemplo a un par de hinchas de la roja que quieran disfrutar del debut de España en el Mundial, hecho que tendrá lugar el próximo miércoles 23 ante Costa Rica en el estadio Al Thumama. Aunque las entradas que salieron a la venta en una primera tongada se agotaron, la FIFA aún dispone de asientos de última hora para todo aquel aficionado que lo desee. Aunque existen varias páginas webs paralelas que ofrecen localidades, las oficiales sólo se pueden conseguir a través del portal oficial de la FIFA. Los precios oscilan entre los 225 euros la más barata hasta los 350 la más cara, siempre sentándose juntos.
Salvado este primer escollo, hay que luchar por el alojamiento. Por motivos de seguridad el Gobierno qatarí quiere tener controlados a todos los aficionados que entren en el país, así que disponer de una dirección fija es fundamental para luego solicitar la Hayya, el visado que exige Qatar para entrar en el país, el último paso de esta pequeña aventura que, además, permitirá el acceso gratuito al moderno sistema de transporte público de Doha.
A pesar de las evidentes limitaciones hoteleras, la oferta de habitaciones aún es amplia y variada a menos de una semana para el inicio del Mundial. La opción más excéntrica, que no la más barata, es sin duda alquilar una moderna tienda de campaña en la isla de Qetaifan. Aunque queda alejado del centro, en Lusail, y no dispone de baño privado, esta opción permite disfrutar del Qetaifan Beach Festival a escasos metros. La noche para dos personas cuesta unos 200 euros en las fechas del España-costa Rica. Si el bolsillo aprieta y el presupuesto manda, no hay duda de que Al Wakrah, al sur de la capital, es el indiscutible destino. El Al Janoub Cluster ofrece las habitaciones más económicas, unos 80 euros la doble, con baño privado, recepción 24 horas y wifi gratis. Al otro lado de la balanza están todas las grandes cadenas hoteleras, que aún tienen disponibilidad de habitaciones en sus elegantes edificios del centro de Doha a partir de 500 euros la noche.
El último paso, previo a la solicitud oficial de la Hayya, debería ser la reserva de los vuelos y seguramente es el más sencillo. Las opciones son múltiples para viajar a Doha desde Barcelona o Madrid. El coste es de unos 725 euros con una escala, y de 1.200 sin escalas en las fechas elegidas.
Ir al Mundial de Qatar aún es posible.