“Vivir es hacer lo que amas: ¡no hagas lo que no amas!”
Tengo 93 años. Nací en Iquique (Chile), vivo en París. Escribo sobre la imaginación y soy pareja de Pascale Montandon (50). Ha muerto mi hijo Cristóbal (57), como murió Teo y viven Brontis y Adán y ocho nietos. ¿Política? Burro. ¿Creencias? Ignorante. Un minuto contiene la eternidad
Qué quiso ser? Médico, primero. Profesor de literatura, luego. ¿Lo fue? Disentí del sistema universitario y fui marionetista.
¿Por qué marionetista?
Porque somos marionetas del ego.
Luego fue mimo.
Y descubrí el tesoro de tener un cuerpo.
Fue actor.
Y me puse en la piel de otros.
Fue director de cine.
Y usé el ego como herramienta.
Fue novelista.
Das un principio y la novela da el resto.
Fue poeta.
¡Busqué el alma!
Fue activista pánico.
Era jovencito, quise romper con todo; soy viejito, quiero construir con todo.
Fue tarotista.
Es mi maestro, el tarot, pues cifra el secreto lenguaje de los sueños.
Fue guionista de cómics.
Y lo soy: mi humilde ganapán.
Y dibuja.
Asisto a lo que sale de mi mano guiada por mi cuerpo.
¿Qué más ha sido?
Mi vida ha sido mi constante intento de expandir la imaginación.
¿Qué es la imaginación?
La llave de la realidad. Todo es imaginario. Ahora mismo te veo que estás tomando notas: es arte, es imaginario.
¿Qué es el amor?
Encontrarte con la esencia de tu vida.
Ha sido hijo, pareja y padre.
Nada de eso he sido. Solo supe amar desde que conocí a Pascale, hoy mi mujer.
¿Antes no amó?
Nadie me había amado, yo no sabía amar.
¿No amó a sus hijos?
Desde mi esencia, sí; desde mi yo, no. Todo padre yerra al dedicar tanto tiempo al trabajo, a ganar dinero.
Ha muerto ahora su hijo Cristóbal...
Y sufro.
Murió otro hijo, Teo, años atrás...
Y me cuestioné todo lo que yo hacía. “¿Para qué sirve el arte?”, me pregunté.
¿Y qué se respondió?
¡Para sanar! El arte sana, si es arte. Mi arte era neurótico, egótico, enfermo: estéril, no era arte.
¿Y qué hizo entonces?
Sanar mediante el arte, con actos artísticos, metafóricos: creé la psicomagia.
¿Me lo explica?
El inconsciente nos lleva. Y su lenguaje es simbólico, metafórico. Como el de los sueños. Como el del arte. Así que el inconsciente entiende la metáfora, el arte.
¿No disponíamos ya del psicoanálisis? El psicoanálisis emplea las palabras, la psicomagia emplea los actos. Emplea actos metafóricos que hablan al inconsciente. Son más directos para sanar.
Murió Teo y se preguntó sobre el arte: ¿qué se pregunta al morir Cristóbal? “¿Por qué sufro tanto, si yo le hice todo el bien posible?”.
¿Llegará un día una respuesta?
Yo no espero nada. Solo espero acostumbrarme al dolor. Para seguir viviendo.
¿Qué es el bien?
Ser bueno y responder ahora a todas tus preguntas.
¿Qué es el mal?
El zapato que me aprieta el dedo gordo.
¿Qué son las terapias?
Las terapias operan quitando algo; propongo agregar mediante el psicotrance, técnica que ahora desarrollo.
¿Qué se agrega usted?
Vivir mientras viva el universo. Es la vía de la imaginación, siempre.
Recéteme algo para valorarme más. Píntate completamente de negro. Cesa de verte. Y descubre así tu verdadero valor.
Recéteme algo para gustar más.
Ve adónde haya sequía y conviértete en fuente, escupe agua por la boca.
Recéteme algo para atraer dinero. ¡Crea! Crea sin pensar en el dinero. Lo que das, te lo das; lo que no das, te lo quitas.
¿Cuál es el origen de nuestros traumas? Todos los traumas vienen de no ser lo que eres por ser lo que otros quieren que seas.
Recéteme cómo ser yo y vivir mejor. Vivir es hacer lo que amas: no hagas lo que no amas.
¿Qué teme más de morirse?
Tengo miedo a tener miedo a morir. Mi vida ha sido el aprendizaje de morir feliz.
¿Cómo imagina su muerte?
Deseo que mi muerte sea como fue la de Jung, que al morir dijo estas cuatro palabras: “¡Qué maravilla! ¡Qué maravilla!”.
¿Qué me dice de la eutanasia?
Si sientes tu vida ya completada y que nada más puedes aportar, permítete irte.
Quiero que mis hijos sean felices. Muérete.