Buenas prácticas
La Fundación Ecodes ha elaborado un listado de ciudades españolas que destacan por su gestión eficiente del agua. La primera es Zaragoza, que gracias al proyecto ‘Zaragoza, ciudad ahorradora de agua’, impulsado por el Ayuntamiento y Ecodes, logró en una década que el consumo de agua disminuyera un 27%, a pesar de que el crecimiento de la población fue de un 12%. La capital de Aragón ha conseguido que la calidad del agua haya mejorado desde el año 2009, y se han reducido las pérdidas gracias a la reparación de fugas y de tuberías. Vitoria es otra de las ciudades mencionadas en el estudio. Para mejorar la gestión del agua se desarrolló el Plan Integral de Ahorro de Agua de Vitoria-gasteiz, entre 2004 y 2008 con el objetivo extraer la menor cantidad de recursos naturales. Este plan se centró en realizar estudios para conocer las posibilidades de utilización de aguas de abastecimiento, regeneradas, pluviales o grises. También se hicieron campañas para reducir el consumo y el resultado fue un ahorro de 3.357 millones de litros de agua. Sevilla también apuesta por una buena gestión del agua. Se está actuando contra los consumos no autorizados con contadores individuales con los que esperan un ahorro de hasta un 5%. Y se estudia una nueva tecnología que permita la lectura diaria para detectar las fugas con rapidez. En Murcia, una región con un gran estrés hídrico, las piscinas solo pueden renovar el agua para mantener su calidad, y en ningún caso está permitido el vaciado total de la piscina sea pública o privada. Además, el agua de renovación es reutilizada en limpieza o riego. Los parques y jardines de la ciudad se riegan principalmente con aguas subterráneas de calidad deteriorada, aguas regeneradas o aguas de lluvia. Y la limpieza de las calles se hace con medios de limpieza seca. Solo con camiones cisterna está permitido el baldeo de calles con aguas provenientes de recursos marginales como las aguas subterráneas de calidad deteriorada, las regeneradas o las de lluvia.