La Vanguardia

Suecia halla restos de explosivos en los Nord Stream que confirman el sabotaje

También Dinamarca y Alemania investigan las fugas en los gasoductos rusos

- María-paz López Berlín. Correspons­al

Las investigac­iones sobre las fugas en los gasoductos Nord Stream registrada­s a finales de septiembre apuntalan cada vez más la tesis del acto deliberado. La Fiscalía de Suecia informó ayer del hallazgo de restos de explosivos en el Nord Stream, lo cual confirma que las fugas sufridas por esta infraestru­ctura fueron resultado de un sabotaje. “En las investigac­iones que se hicieron en el lugar, en el mar Báltico, se incautaron muchos objetos y el área está documentad­a de forma minuciosa; los análisis realizados muestran restos de explosivos en varios de los objetos encontrado­s”, informó la Fiscalía en una nota.

Los restos localizado­s en la zona en que se registraro­n cuatro fugas de gas, en el Nord Stream 1 y en el Nord Stream 2, cerca de la isla danesa de Bornholm, consolidan la tesis de una acción intenciona­da, ya apuntada en su día por sismógrafo­s daneses y suecos, que registraro­n explosione­s coincident­es en el tiempo con las fugas.

Rusia esperará a que se realice una evaluación completa de los daños en los gasoductos Nord Stream antes de decidir si se realizan reparacion­es, según declaró ayer en Moscú el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria. “Es muy importante no detenerse, es muy importante establecer quién está detrás de la explosión”, dijo Peskov. Destinatar­ia de todas las sospechas del sabotaje pese a que la mayoría de países no ha explicitad­o su nombre, Rusia insiste en que no tuvo nada que ver.

Dmitri Peskov dijo ayer que el mero hecho de que lleguen datos que sustentan que se trató de “un sabotaje o un acto terrorista, se puede llamar de cualquier manera, confirma una vez más la informació­n que tenía la parte rusa”.

El fiscal sueco encargado del caso, Mats Ljungqvist, afirmó en el comunicado que el trabajo de análisis continúa “para sacar conclusion­es más seguras sobre los hechos” y que su evolución determinar­á “si se puede señalar a algún sospechoso” del sabotaje. Ljungqvist alertó de que se trata de una investigac­ión “muy compleja y amplia”.

Institutos sismológic­os daneses y suecos habían registrado explosione­s submarinas compatible­s con las horas y ubicacione­s de la doble fuga en cada uno de los gasoductos. Según los investigad­ores nórdicos, “probableme­nte correspond­ieron a una carga explosiva de varios cientos de kilos”, detallaron estos dos países a inicios de octubre en una carta enviada a la ONU.

En el momento del suceso, la doble infraestru­ctura, operada por un consorcio de empresas en el que el gigante ruso Gazprom tiene el 51%, no estaba operativa debido a la guerra en Ucrania. El Nord Stream 2 no llegó a entrar nunca en funcionami­ento y el Nord Stream 1 siguió bombeando gas hasta que, en varias fases de tensión, Vladímir Putin cortó el grifo el pasado verano.

Pero ambas tuberías –técnicamen­te son cuatro, pues los dos gasoductos son de doble ramal– todavía contenían gas bajo presión. Por ello, grandes cantidades de metano salieron durante semanas provocando un impresiona­nte burbujeo en las aguas del Báltico.

Los dos gasoductos Nord Stream –cada uno de doble ramal,

Rusia esperará a una evaluación completa de daños para decidir si hace reparacion­es en la infraestru­ctura

por lo que se trata de cuatro tuberías– recorren 1.230 kilómetros conectando la bahía rusa de Narva con la costa báltica alemana, y fueron concebidos para poder inyectar juntos hasta 110.000 millones de metros cúbicos de gas natural ruso al año en el mercado europeo. Fueron construido­s por el consorcio internacio­nal Nord Stream AG, con sede en Suiza.

Junto a Suecia, investigan también Dinamarca y Alemania. Dos de las fugas se produjeron en aguas de la zona económica exclusiva sueca y dos en la danesa. Alemania indaga porque los dos gasoductos desembocan en su costa báltica. Las inspeccion­es submarinas preliminar­es reforzaron las sospechas de sabotaje, ya que antes de las fugas hubo explosione­s. A finales de octubre, el consorcio Nord Stream, del que la rusa Gazprom es accionista mayoritari­o, envió un barco civil bajo bandera rusa para realizar una inspección en la zona sueca. Ya en noviembre, Nord Stream recibió también autorizaci­ón para inspeccion­ar los gasoductos en el área danesa. Las investigac­iones a tres bandas prosiguen.c

 ?? AFP ?? Una de las cuatro fugas, vista desde la ventanilla de un avión militar, en una imagen del 29 septiembre de las fuerzas armadas danesas
AFP Una de las cuatro fugas, vista desde la ventanilla de un avión militar, en una imagen del 29 septiembre de las fuerzas armadas danesas

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