El Congreso incorpora la supresión de la sedición al ‘superpleno’ del jueves
La junta de portavoces del Congreso acordó ayer incorporar al orden del día del pleno de la próxima semana la toma en consideración de la reforma del Código Penal para suprimir el delito de sedición. Esto significa que el próximo jueves 24, además de realizarse la votación detallada los presupuestos generales del Estado del 2023 y los nuevos impuestos para la banca y las empresas energéticas, también se aprobará el inicio de esta tramitación exprés de la reforma del Código Penal que, eventualmente, podría incluir también una modificación del delito de malversación, aunque ningún grupo de la mayoría de investidura, mucho menos los socios del Gobierno de coalición, ha anticipado su apoyo a una enmienda de Esquerra Republicana en tal sentido.
Eso significa que las votaciones del próximo 24 de noviembre serán el último paso del Rubicón para el Gobierno del presidente Pedro Sánchez, que se garantizaría la posibilidad de agotar la legislatura sin contratiempos si logra aprobar estos tres delicados puntos. El plan de la coalición de Gobierno, tal y como quedó claro en la Mesa del Congreso del pasado lunes, una vez esté aprobada la toma en consideración de la reforma del Código Penal, es aprobar su tramitación por la vía de urgencia, lo que significaría que la supresión del delito de sedición y –eventualmente, si la propuesta de ERC convence al Gobierno y al resto de grupos– el ajuste de la actual redacción de la malversación, podrían entrar en vigor antes de finalizar el año, tal como era el deseo de la Moncloa.
El Congreso de los Diputados también acordó ayer tumbar – por el momento– la comisión de investigación sobre la tragedia de Melilla que han promovido los socios habituales del Gobierno de coalición. El PSOE y el Partido Popular sumaron fuerzas para frenar la investigación política, a cambio de que el ministro del Interior, Fernando Grande-marlaska explique –de nuevo– las actuaciones de su departamento durante el salto masivo a la valla que terminó con, al menos, 23 inmigrantes fallecidos.será el 30 de noviembre cuando el titular de Interior comparezca ante el pleno. Según los populares, llegará “de las orejas para rendir cuentas”, porque no será a petición propia, sino tras ser requerido por todos los grupos a excepción del PNV. Pese a esas explicaciones que le reclaman desde el PP, su portavoz en el Congreso ya deslizó que de poco le servirán. Y es que tal y como enumeró Cuca Gamarra, el orden que debe seguir el titular de Interior es el siguiente: “facilitar toda la información de la tragedia, rectificar, reconocer que ha mentido y dimitir”.c