La croqueta asesina
Hay noticias cuyo alcance desconocemos, y esta es una de ellas. En un día negro para la cocina española, una mujer de Zaragoza envenenó a su incipiente exmarido con una croqueta, que el muy tragaldabas se zampó pese a notar un sabor raro.
Un gourmet: ¡la croqueta contenía benzodiazepina!
Ante todo, me gustaría transmitir una inyección de empatía a la víctima, que se recuperó del envenenamiento –perpetrado en un bar de Zaragoza–, no así de los 27.000 euros que la ex le sopló, aprovechando su enajenación, que ya quisiera provocar más de un cocinero de autor.
De momento, el Ministerio de Igualdad no ha desmerecido la investigación ni ha llamado machistas a sus autores, por lo que daremos por buena la versión policial: la pareja se citó en un bar de tapas para hablar de la separación, y el hombre pidió voluntariamente una croqueta, en la que ella, en un descuido, introdujo la sustancia psicotrópica, según registraron las cámaras del establecimiento.
El suceso es otro mazazo a la reputación de la croqueta, ninguneada en los tratados gastronómicos (Pla no la menciona en El que hem
menjat ni Camba en La casa de Lúculo) y, sin embargo, transmisora de felicidad para una generación de niños que pegaban botes de alegría cuando en casa preparaban croquetas.
Todo el mundo se atreve hoy con la croqueta. Las hay de setas, chipirones, espinacas, zanahorias y ahora también de benzodiazepina. ¿Cómo no iba el hombre a comérsela pese a notar “un sabor raro”? ¿Le pudo el hambre o el temor a decir “mi madre sí que hacía bien las croquetas” y llevarse la última bronca de la ex?
Si sumamos la dicharachera costumbre de “¿por qué no compartimos algo para picar?”, tenemos el drama zaragozano. Y quien envenena croquetas, envenena mejillones tigre, bombas, gambas a la gabardina o huevos rellenos.
El colectivo de amigos de la croqueta de bacalao, jamón o pollo solo pedimos que, puestos a envenenar al ex, la gente tenga la delicadeza de echar arsénico al café. ¡Bastante despersonalizadas andan ya las croquetas!
Un antes y un después culinario: una mujer envenena a su exmarido con una croqueta