EE.UU. declara que la carne cultivada es segura para el consumo humano
Se trata de pollo creado en biorreactores a partir de células de la propia ave
La Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha dado el primer paso para que Estados Unidos se convierta en el tercer país del mundo, después de Israel y Singapur, en permitir que sus ciudadanos puedan disfrutar de productos elaborados a partir de carne cultivada en biorreactores partiendo de células de origen animal.
En una declaración, la FDA estableció que, después de evaluar “la información presentada por Upside Foods”, considera que la carne de pollo elaborada por esta compañía estadounidense es segura para el consumo humano.
Esto no quiere decir que este pollo vaya a encontrarse mañana mismo en los supermercados de Estados Unidos, ni que desde hoy cualquier otra empresa que pretenda hacer productos con carne cultivada puede venderlos sin más.
Aunque la FDA afirmó que mantiene “conversaciones con varias empresas, entre ellas compañías que quieren cultivar mariscos a partir de células de animales marinos”, lo cierto es que –según la legislación estadounidense– cada producto debe ser aprobado individualmente.
Además, a Upside Foods aún le falta conseguir que sus instalaciones pasen la inspección del Departamento de Agricultura.
También está por ver cómo la reciben los consumidores. En este sentido, no es casual que los primeros ejemplos comerciales de carne cultivada hayan sido de pollo. La carne cultivada no tiene grasas ni tejido conectivo, sin sangre, que es lo que le da color y sabor y por tanto obliga a añadir colorantes y otros aditivos. En la carne de pollo, de un color más pálido, este problema se reduce.
El argumento a favor de este tipo de productos es que no es ético que para alimentarnos millones de animales tengan que morir. Se aduce que no hace falta sacrificar a ningún animal para cultivar carne. Sin embargo, esto depende del tipo de factores de crecimiento celular que se usen. En el caso del pollo, se pueden conseguir de una pluma, pero para la de bovino a veces se usan factores de origen vegetal y en otras suero bovino para cuya obtención sí que hay que matar algún animal.
También se defiende que la producción de proteína animal tiene un gran impacto sobre el medio ambiente porque las vacas son muy ineficientes. Pero también hay estudios que dicen que la energía y el consumo de combustibles fósiles de la producción a gran escala de carne cultivada son mayores que la producción tradicional.
El producto tardará un tiempo en llegar a las tiendas, ya que el elaborador tiene que certificar su fábrica