Igualdad modera sus críticas el día que el Gobierno habla de “alarma social”
El ministerio pide a los periodistas que dejen de informar de la rebaja de penas
Hace un mes, cuando La Vanguardia publicó el primer recurso conocido en este país de un violador que pedía una rebaja de su condena apelando a la ley del solo sí es sí (era la primera alerta de una crónica anunciada), el Ministerio de Igualdad fue muy beligerante en su respuesta a esa noticia.
ángela Rodríguez, Pam, secretaria de Estado de Igualdad y Contra la Violencia de Género, escribió, refiriéndose a ese artículo, el siguiente tuit: “En este tipo de noticias que estamos viendo, los abogados que intentan que las penas se rebajen son los letrados de los presuntos violadores. Son propaganda machista, un intento desesperado de la defensa”.
La abogacía española tardó muy poco en responder a ese ataque: “Criminalizar profesiones y el ejercicio del derecho de defensa es insultar a la Constitución, a sus derechos y libertades, y a quienes los defienden. En España, 150.000 abogados y abogadas”.
Entonces, hace también un mes, la ministra de Igualdad, Irene Montero, repetía con mucha seguridad que era imposible que delincuentes sexuales pudieran beneficiarse de rebajas en sus penas con la entrada de esta ley.
Se equivocaba. Esta semana se han conocido las primeras reducciones de condenas. La noticia parecía coger otra vez por sorpresa a Igualdad, que lejos de admitir que igual esta ley sí tiene una brecha con efectos contrarios a la filosofía de la norma, optó por atacar a los jueces firmantes de esas rebajas, tildándolos de “machistas”.
Una huida hacia delante, consideran expertos en derecho penal, que ayer tuvo una leve frenada. El tono de las críticas ha bajado y ahora Igualdad llama a la “calma”, fiándolo todo a lo que diga el Tribunal Supremo y la Fiscalía General del Estado, con la confianza de que se dicten desde esas altas instancias instrucciones para frenar el goteo de rebajas de penas.
Lo que no quita que la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, siga hablando de que las reducciones de condenas conocidas “son erróneas”. Y por lo tanto considera que el problema no está en la rebaja de años en la horquilla más baja de las nuevas penas.
A juicio de Rosell –lo que coincide con el discurso de Pedro Sánchez–, esta “disparidad” de autos (es cierto que hay diferentes interpretaciones ) y los “errores de aplicación” de la ley no son un tema que deba resolver el Gobierno.
Baja pues el tono del discurso de Igualdad. Ahora asumen que toda nueva ley necesita un periodo de adaptación. Esta inflexión coincidió ayer con las declaraciones de la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, quien admitió que este asunto ha creado “alarma social”. Es la primera vez que un miembro del ejecutivo de Sánchez utiliza este término, desde que se conocieron las primeras rebajas de condenas. Ahora sumarían ya más de la docena, a lo que hay que sumar al menos cuatro excarcelaciones.
Pero como no hay dos sin tres, Rosell no se cortó ayer ni un pelo al intentar aleccionar a los periodistas, a los que pidió que no publiquen más noticias de rebajas de penas para no crear ansiedad entre las mujeres.
Rosell reitera que no hay que tocar una coma de la ley del ‘solo sí es sí’ y que la solución no atañe al Gobierno