La médico que planta cara a Ayuso
ÁNGELA HERNÁNDEZ Esta cirujana lidera el sindicato médico que ha conseguido movilizar a la ciudadanía en la defensa de la sanidad pública
ángela Hernández, de 46 años, transmite serenidad, una cualidad inusual en estos tiempos caóticos, donde todo parece que se hace para ayer y en el que las prisas impiden cualquier reflexión. Ella contagia calma e impulsa el deseo de tomar un café largo para hablar. Quizá sea por su profesión de cirujana, en el que esas cualidades son vitales para salvar la vida de un paciente.
La personalidad de esta cirujana madrileña, que hizo su residencia en el hospital Sant Pau de Barcelona (“qué maravillosa experiencia, que años más estupendos”, añora), sorprende aún más cuando recuerdas que es ella, con todo su equipo, la que ha puesto en jaque a la siempre histriónica presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. ángela Hernández dirige
“No soy de Más Madrid ni de Vox. Cuando viví en Barcelona simpaticé con Ciudadanos y en Madrid con UPYD”
el sindicato Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts), el que se ha levantado contra los planes regionales de reorganizar los servicios de urgencias extrahospitalarios, los rurales y los de emergencias con la mitad de médicos de los que se precisan. Hernández no estaba de acuerdo (el resto de sindicatos sí) y se plantó ante un Gobierno encabezado por una presidenta que se caracteriza por demonizar a los que no están de acuerdo con ella. Y declaró la guerra a esos médicos que hacían piña con la doctora Hernández.
Pero con sus formas educadas, su calma y huyendo de los gritos y las frases grandilocuentes, ángela Hernández se ha ganado la confianza de la profesión hasta convertirse en la médico que cuida a los médicos. Se sienten representados en esta cirujana, madre de tres hijos, que en el 2016 dejó el quirófano para dedicarse en exclusiva al sindicato. Había nacido su última hija y no podía compatibilizarlo todo. Pero tiene claro que volverá al hospital. “Ése es mi lugar”, asegura.
Se involucró de lleno en Amyts en el 2012, año en el que la Comunidad de Madrid decidió que iba a traspasar la gestión de los siete hospitales que construyó Esperanza Aguirre a empresas privadas. El suyo, el hospital del Sureste al grupo sanitario Ribera.
Y ese octubre surgió la Marea Blanca, la protesta incansable de médicos en contra de la privatización de unos hospitales construidos con dinero público. Y ahí estaba Hernández. Ese camino culminó el pasado febrero cuando alcanzó la secretaría general del sindicato, tras la jubilación de Julián Ezquerra, “mi amigo, mi mentor”, la persona de la que ha aprendido todo. “Sobre todo, a luchar por la sanidad pública, nuestro tesoro”.
¿Le costó dar el paso? “Pensé que cirujanos había muchos y menos gente dispuesta a luchar por los derechos del colectivo y la ciudadanía”.
Y con todos esos principios y con la profesión detrás se ha sentado a discutir con la Consejería de Sanidad los sucesivos planes de reorganización de las urgencias extrahospitalarias, con líneas rojas claras, ningún centro sin su correspondiente médico y mucho menos online. El jueves llegó a un acuerdo y se desconvocó la huelga que ha durado once días.
Era cuestión de tiempo que el Gobierno de Ayuso reculara, máxime cuando el pasado domingo constató en las calles de Madrid, en una multitudinaria manifestación sin banderas y con el grito unánime de “sanidad pública”, que el mensaje de esta mujer tranquila había calado más que las argumentaciones políticas de las autoridades regionales. Porque pocos creyeron que estos médicos fueran marionetas de la ultraizquierda y que quisieran boicotear al Gobierno de la libertad. ángela Hernández en su periodo catalán se acercó al Ciudadanos de Rivera, y ya en Madrid se afilió a UPYD. “Voy cerrando partidos”, dice entre risas. “Por mi trayectoria podrás entender que no soy de Más Madrid ni tampoco de Vox”, reconoce.
La doctora Hernández tiene otro frente ahora, la huelga indefinida de los médicos y pediatras de atención primaria para conseguir reducir el cupo de pacientes: 31 para los primeros y 21 para la segundos (entre 10 y 15 minutos de consulta) como se comprometió la Consejería de Sanidad por escrito en septiembre del 2020. De nuevo, a sentarse con el equipo que lidera el consejero Enrique Ruiz, un médico que parece haber olvidado su profesión, según Hernández.
En esa mesa, ¿se enfada mucho? “Solo cuando veo que se falta a la verdad...y sí, ahí mienten mucho, faltan muchísimo a la verdad. Y no puedo con ello”.