“Hoy todo es un escándalo”
Raphael, cantante, lanza el álbum ‘Victoria’
No espera en su asiento y sale al vestíbulo a recibir a la prensa. Está en plena forma, jovial, curioso, pregunta por los aparatos con los que le graban la entrevista, por el acento del periodista. “Eres de Barcelona”. Acierta y dice que el oído de los músicos… Es Raphael (Linares, 1943), una leyenda cerca ya de los 80 años, que cumplirá en mayo, pero que viene de dos meses de gira por EE.UU. y México. Y presenta nuevo álbum, Victoria, para el que fue a buscar al cantautor Pablo López y le pidió no una canción, sino un disco. “Entero”, remarca divertido. El día 24 comenzará en Sevilla una gira.
“Te escapaste pequeño y cantando victoria”, canta en el tema que da nombre al nuevo disco. ¿Con qué victorias soñaba?
¿En aquellos tiempos? Todas clases de victoria. Y sigo soñando con ella. Mucha gente pensará que la Victoria del título de este disco es el nombre de una mujer, pero es la historia de mi vida. Mis relaciones con mis padres, con mis hermanos, los amigos, con la escolanía, cuando no era el mandamás de la escolanía sino el de la voz primera, y así estuve diez años. La palabra victoria para mí quiere decir muchas cosas. Y las he ido consiguiendo una a una. Cuando le expliqué a Pablo lo que quería, no le dije “hazme una canción”, que es como se suele empezar: a ver cómo nos apañamos y si nos llevamos bien. Yo le dije: “Quiero que me hagas un disco entero”. “¿Entero? ¿Pero tanto confías en mí?”, me dijo. “Tú, hazlo”. Y luego le dije: “Se tiene que llamar Victoria”. Y con esas dos cosas me ha hecho esta maravilla.
¿Ha habido derrotas? ¿Cuáles?
Sí, pero están muy olvidadas,
nunca han sido importantes, no he tenido nada tan gordo como para echarme a llorar y decir: “¡Por Dios!”. Las cosas siempre me han ido bien, quizá porque soy muy trabajador y perfeccionista. Soy de los que se encierran en el hotel y no salen para no tener que hablar y tener la voz bien al cantar. En Benidorm, cuando gané el festival, todos los que participaban, al llegar allí, se fueron
a la playa. Estaban mudos al día siguiente. Yo, como una rosa. Sacrificios que para mí no lo eran. Todo eso me ha ayudado mucho en la vida.
¿Le parece imposible el camino desde Benidorm hasta hoy? Me ha costado mucho trabajo. Las cosas cuestan, y qué bueno que cuesten. Les das otra importancia.
Usted que cantaba Yo soy
aquel, ¿es todavía aquel que era? En muchas cosas, sí, en otras he mejorado mucho, sé muy bien lo que hago, cómo lo hago y cuándo lo tengo que hacer. Antes era más espontáneo y metía más la pata. Como facultades, no tengo 16 años ya, pero he ganado tanto en experiencia, en saber vender las cosas, que me lo quitan de las manos. He aprendido mucho.
Otro de sus grandes títulos:
Qué sabe nadie. ¿Conocemos al verdadero Raphael?
Sí, si es muy fácil, es un chico muy abierto, totalmente abierto, y resulta muy fácil dejarte convencer por él porque te dice la verdad.
Hablaba de sus facultades. ¿Ha pensado en retirarse?
No. Tendrá que ser algún día, pero estamos lejos todavía. Puedo hacer muchas cosas importantes aún. Pero el día que lo tenga que hacer voy a ser lo más sobrio posible, aunque a mí no me ha preocupado nunca ser sobrio y darlo hecho. Esto no tiene discusión, y punto. Porque, si no, va a ser un entierro de tercera. No puedo hacer una gira de despedida, porque iría de ciudad en ciudad por todo el mundo llorando. Es demasiado.
¿En qué momento se siente ahora?
Maravilloso y me quedan cosas por hacer que tengo la obligación de hacer porque yo sí sé hacerlas. Como cuando hice el musical Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Cuando me lo ofrecieron, me dije: están locos. Yo era el ideal, pero como no estaba en mi pensamiento, no creía que pudiera hacer el papel. Y me fui a Alemania a verlo. Cuando salí, pensé: “Esto lo hago yo con la punta del pie”.
¿Le veremos en otro musical? Dr. Jekyll y Mr. Hyde no ha habido otro. Los musicales estos de ahora, que ni chicha ni limoná, son muy blanditos. Me gusta la acción, y el Dr. Jekyll la tenía.
¿Por qué le pidió el álbum entero a Pablo López?
Venía de América y me senté a ver la tele para saber qué se cocía. Y cantaba él. Le dije a mi hijo: “¿Por qué no haces una reunión de todos estos compositores que hay ahora que me tienen miedo
El éxito “Las cosas siempre me han ido bien, quizá porque soy trabajador y perfeccionista” Escéptico “No creo que hayan ido a la Luna. Yo cantaba en Las Vegas y le decía a la gente: ‘Si es mentira’”
porque no soy amigo suyo? Quisiera estar en la pandilla, soy uno más. Pero no me montes una vaina en un restaurante, vamos a una taberna, como hacen ellos”. Mi hijo dijo: “Papá, tú no eres de taberna”. “¿Que yo no soy así? Déjame, todo tiene sus pasos”. Y en un barrio popular de Madrid, en una taberna, reuní a muchos compositores, como Pablo y Vanessa Martín. Le dije a él: “Quiero hablar contigo, que eres muy alto, pero bueno”. Y tuvo una salida muy defendiendo su sitio y me dijo: “Muy bien, si quieres verme, vente a casa”. “Yo, encantado. ¿Dónde vives?”. Desde entonces no nos separamos.
Volviendo a sus canciones, ¿qué le parece un escándalo hoy? Muchísimas cosas que pasan que no pasaban entonces. Antes todo eran escándalos de sexo, ladronzuelos. Ahora tenemos un nivel de escándalo muy fuerte, todo es un escándalo. Ya sabe lo que está pasando. O tragas con él, o te haces a él o lo vas a pasar fatal. Esto es como lo de la Luna. ¿Sabe que yo no creo que hayan ido a la Luna? Yo estaba en Las Vegas cuando fueron, cantaba allí. Siempre le decía a la gente: “Si es mentira”. Y sigo opinando igual. Si ahora que van a mandar una misión envían todo muñecos...n