La Vanguardia

Pitando en silencio

Los árbitros del Mundial se entrenan a diario en Doha normalizan­do la histórica presencia de tres mujeres entre los 36 elegidos

- L s eres Doha (tnciado especial)

En el Qatar Sports Club reina el silencio. Apenas se escucha la llamada al rezo de una mezquita cercana. A pesar de estar rodeado de inmensas autopistas y situado a la sombra –qué ironía– de los rascacielo­s del centro de Doha, el silencio logra abrirse paso. Sobre el césped del estadio, cercado como si de una cumbre del G8 se tratara, Mateu Lahoz, ataviado con un peto de la FIFA, hace la señal del VAR con las manos, se planta en la banda con unas ágiles zancadas y saca una tarjeta roja tras observar las imágenes. No hay grandes protestas y el balón vuelve a rodar enseguida. Es el único sonido que se escucha, el sonido del fútbol. No, el Mundial aún no ha comenzado. Dos equipos locales están jugando un amistoso para que los árbitros puedan familiariz­arse con las rutinas y los cambios de dinámicas que les esperan durante el torneo.

“Estar aquí no sólo es una gran alegría, también es un privilegio y una responsabi­lidad muy grande. Tenemos ganas de disfrutar”, confirmaba Fernando Rapallini, uno de los dos árbitros argentinos convocados para este Mundial y el primer sudamerica­no en dirigir un partido de una Eurocopa (en el 2021). A pocos metros, a su espalda, Mateu, el único árbitro principal español presente en Qatar, sigue señalando faltas. Pero enseguida abandona el terreno de juego y cede el testigo a un compañero. El entrenamie­nto arbitral es rotatorio.

Entre los 36 árbitros principale­s designados para el torneo, incluido el

Sesiones físicas, simulacros de partidos y seminarios, la agenda arbitral es muy densa

italiano Daniele Orsato, escogido para dirigir mañana el inaugural Qatarecuad­or, se encuentran también tres mujeres. Es la primera vez en la historia que sucede en un Mundial masculino y, casualment­e, será en Qatar, un país que no puede presumir precisamen­te de tratar a la mujer con igualdad, cercenada buena parte de sus derechos. Quizás ocurre precisamen­te por eso… pero las reflexione­s son libres.

Las elegidas han sido la francesa Stephanie Frappart, la ruandesa Salima Mukansanga y la japonesa Yoshimi Yamashita. “Estamos orgullosas de formar parte de la familia arbitral aquí en Qatar y eso significa que en el horizonte existe la posibilida­d de que esto se normalice. Si nos dan oportunida­des demostrare­mos que las mujeres podemos estar en todas partes”, proclamaba orgullosa Mukansanga sobre el tartán del estadio. El partido, a su espalda, continúa con constantes parones y consultas con el VAR. Pero Mateu ya está en el vestuario. No ha querido hablar. “El lema de la FIFA es Team One y nosotros decimos que somos One Team (un equipo). No hacemos distinción, somos todos uno”, presumía Rapallini sobre la integració­n de las tres árbitras en un núcleo eminenteme­nte masculino. “Nos gustaría subrayar que lo que está pasando es totalmente normal. Es histórico, sí, pero somos iguales todos. Somos un solo equipo”, incidía la juez de línea estadounid­ense Kathryn Nesbitt. “Todos los árbitros que están aquí tienen desafíos, quizás las mujeres hayamos afrontado algunos diferentes pero hemos de demostrar que estamos al mismo nivel”, añadía.

Todo el cuerpo arbitral se encuentra en Doha desde el 8 de noviembre preparando el Mundial. Realizan ejercicios físicos a diario, simulacros como el que tenía lugar ayer en el Qatar Sports Club, y asisten a continuos seminarios sobre todas las posibles aristas que puedan surgir a lo largo de torneo. “Hacemos mucho hincapié en el respeto al oponente y al respeto por el juego, como premisas fundamenta­les del Mundial”, exponía Rapallini.

La detección semiautomá­tica del fuera de juego desde la sala del VAR es una de las grandes novedades en Qatar, un sistema parecido al que se usa desde esta temporada en la Champions, aunque novedoso para la mayoría de los árbitros no europeos. Con 12 cámaras dedicadas en exclusiva en cada estadio para detectar el fuera de juego, los árbitros pueden controlar hasta 29 zonas distintas del cuerpo de cada jugador hasta 50 veces por segundo para valorar con exactitud su posición en el momento del pase. El balón dispone de un chip integrado que también supone una ayuda inestimabl­e para concretar cuándo el futbolista impacta con él. “Detectar el fuera de juego será mucho más rápido pero no inmediato. Pero la decisión final será siempre de los árbitros”, recordaba ayer Pierluigi Collina, el jefe de los árbitros de la FIFA, en el polonórdic­o Centro de Prensa del Mundial.

Unos kilómetros al este, cercar del Qatar Sports Club, la mezquita vuelve a llamar al rezo. Los árbitros ya están en su hotel. Sigue triunfando el silencio.c

 ?? MARKO DJURICA / Reuters ?? Mateu Lahoz, que será el único árbitro principal español en el Mundial, ayer en el Qatar Sports Club
MARKO DJURICA / Reuters Mateu Lahoz, que será el único árbitro principal español en el Mundial, ayer en el Qatar Sports Club

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain