El alcohol, lejos del campo
Presionada por las autoridades de Qatar, la FIFA acepta que no se venda cerveza con alcohol en los perímetros de los estadios, al contrario de lo que se había pactado
El alcohol, lejos del balón. A unas pocas horas para que se levante el telón del Mundial, la FIFA anunció ayer que ha llegado a un acuerdo con las autoridades qataríes para que no se pueda vender cerveza con alcohol en los perímetros de los ocho estadios del campeonato. Esto supone un serio revés para la firma Budweiser, que abona decenas de millones de euros a la FIFA y un cambio respecto a lo que se había previsto inicialmente. En un principio se había pactado la comercialización de cerveza con alcohol en los perímetros tres horas antes de los partidos y una hora después. Pero en estos espacios anexos a los estadios solo se podrá vender cerveza sin alcohol, igual que ocurrirá en el interior de los estadios.
La presión de los dirigentes de Qatar, un país con normas muy restrictivas sobre la ingesta y la comercialización del alcohol, ha sido decisiva para este cambio de rumbo. La FIFA lo confirmó así: “Tras las conversaciones mantenidas entre el país anfitrión y la FIFA, se ha tomado la decisión de concentrar la venta de bebidas alcohólicas en el FIFA Fan Festival y otros lugares con licencia destinados a la afición, retirando los puntos de venta de los perímetros de los estadios”.
Budweiser es patrocinadora de la Copa del Mundo desde 1986. La FIFA tiene un contrato valorado en unos 75 millones de euros con la empresa y cuando Qatar lanzó su candidatura para albergar el Mundial, el país acordó respetar a los socios comerciales de la FIFA, pacto que reiteró tras ganar la elección. A pesar de las restricciones, Budweiser había previsto que sus ventas durante el torneo se
La medida supone un serio revés para Budweiser, que abona a la FIFA unos 75 millones de euros
rían superiores a las de todo un año en este país y, sin destilerías en la región, había tenido que transportar por barco toda la cerveza, así como proveerse de grandes almacenes refrigerados que protejan su bebida de las altas temperaturas de la zona.
No es la primera vez que la organización de una Copa del Mundo choca con la legislación del país anfitrión. En el Mundial de Brasil del 2014, el país se vio
obligado a cambiar una ley para permitir la venta de alcohol en los perímetros de los estadios.
De esta forma en Qatar solo se podrá despachar alcohol en las Fan Zone, como la del centro de Al Bidda Park, y en determinados restaurantes y hoteles. Y también, eso sí, en los palcos vip de los estadios. Otra cuestión es el precio, que se encuentra por las nubes. Media pinta cuesta unos 13 euros.
Si bien no es un estado de ley seca como la vecina Arabia Saudí, consumir alcohol en lugares públicos es ilegal en Qatar. Los visitantes no pueden importar alcohol a Qatar, ni siquiera de la sección libre de impuestos del aeropuerto.
El aumento de las restricciones provocó reacciones contrarias
entre algunos seguidores, como así lo reflejó la Asociación de Aficionados ingleses (FSA, por sus siglas en inglés), que fue la primera en mostrar públicamente su malestar a través de un comunicado: “A algunos aficionados les gusta tomar una cerveza y a otros no, pero el problema real es que esta decisión de última hora habla de un problema mayor: la falta total de comunicación y claridad por parte de la organización hacia los aficionados. Si pueden cambiar su opinión con tan poco aviso y sin explicación, es normal que los aficionados estén preocupados sobre si cumplirán otras promesas relacionadas con transporte, alojamiento y temas culturales”, denuncian.
Y el balón aún no rueda.c