La camisa escarlata
La política española se asemeja a un nervioso partido de baloncesto yugoslavo. Esta semana, las cosas se han complicado para el Gobierno a raíz de la última reforma del Código Penal. El día 24, pleno clave en el Congreso.
La noche del 15 al 16 de noviembre, el hombre de la camisa escarlata en la pasarela de Bali vio como se conjuraba el estallido de una tercera guerra mundial, mientras dictaba algunas órdenes por teléfono para poner orden en casa.
El reloj lleva una delantera de seis horas en Indonesia. Miércoles, 15. Un misil cae en suelo polaco a las cuatro de la tarde, hora local. Son las diez de la noche en la isla de Bali y el presidente español Pedro Sánchez llega al resort de Badung, sede de la cumbre del G-20. Le acompaña su esposa, Begoña Gómez, perfectamente conjuntada con su marido. La foto de la pareja causa sensación. A las diez de la noche hora local española (cuatro de la madrugada en Bali), la camisa escarlata salta de las portadas para dar paso al boquete en suelo polaco.
Las cosas se están complicando. Polonia pide una reunión urgente de la OTAN. Si se confirma que el misil ha sido lanzado intencionadamente por Rusia, la guerra de Ucrania puede entrar en una fase mucho más peligrosa. En el piso de abajo, las portadas informan de que la ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual entra en crisis ante la sucesión de sentencias que rebajan las penas a personas ya condenadas por abusos y agresiones sexuales. Una de las leyes estelares de la legislatura puede naufragar de manera estrepitosa. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya ha tomado la palabra en Madrid para exigir una rectificación exprés de la ley, lo cual significa una desautorización en toda regla de la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Montero frente a Montero. Las feministas del PSOE contra las feministas de Podemos. Y viceversa. Con esa pugna empezó la legislatura. Esa fue la primera pelea en el Gobierno de coalición antes de que la epidemia obligase a decretar el estado de alarma. Esa es la pugna que está saturando el feminismo, el importante movimiento de transformación social que existe en España. Montero pone en jaque a Montero, y la camisa escarlata se preocupa en Badung. El Gobierno puede implosionar. El día 24 se deben aprobar los presupuestos del 2023.
La madrugada será larga en la regencia de Badung. Mientras Europa se acuesta, la inteligencia militar norteamericana trabaja para identificar la procedencia del misil caído en la localidad de Przewodów. Mientras Europa duerme, la inteligencia norteamericana impone su versión: en Polonia ha caído un misil de la defensa aérea ucraniana al fallar la interceptación de un proyectil enemigo, Cuando Europa despierta, el 16 de noviembre, es mediodía en Indonesia y Joe Biden ya ha tomado el control de la situación. Los polacos se calman y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, reflexiona sobre los mensajes que está recibiendo desde Washintgon para que se prepare a negociar con Rusia. Es mediodía en Bali, y el presidente español, camisa blanca, dicta instrucciones a la Moncloa para evitar un choque frontal con Podemos. Sánchez frena a María Jesús Montero y a las feministas del PSOE. La ley no se toca, por ahora. Que hable la Fiscalía General del Estado y que el Tribunal Supremo defina una jurisprudencia. Después de asistir a las maniobras de freno de una escalada bélica de consecuencias incalculables, Sánchez intenta desactivar el riesgo de implosión de su Gobierno ante un pleno trascendental en el Congreso. Lecciones de una noche escarlata. Indonesia es un país de trágicas lecciones. En Indonesia tuvo lugar una de las mayores matanzas de la guerra fría, una barbaridad sobre la que se ha escrito poco. Entre 1965 y 1966, más de un millón de personas, comunistas, sindicalistas y miembros de la comunidad china, fueron brutalmente asesinadas por milicias paramilitares tuteladas por la dictadura del general Suharto, tutelada por Estados Unidos. “Recordad Yakarta”, decían algunas pintadas en Santiago de Chile en vísperas del golpe de Estado de 1973. La película El año que vivimos peligrosamente, título tantas veces repetido en escritos periodísticos, transcurre en la víspera de la matanza indonesia.
La noche del 15 al 16 de noviembre, el hombre de la camisa escarlata vivió un poco peligrosamente en Bali. Cursadas las pertinentes instrucciones a Madrid, Sánchez mantuvo un largo coloquio con Biden en el resort de Badung. Atrás, muy atrás, quedaba la patética escena de la cumbre de la OTAN en Bruselas en junio del 2021. En aquella fechas, la ministra Irene Montero y el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, estaban dando los últimos retoques al proyecto de ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, que ambos elevaron al Consejo de Ministros el 6 de julio. Cuatro días después, Sánchez reorganizaba el Gobierno y Campo cedía la cartera a Pilar Llop. Sería muy interesante e iluminador conocer la opinión del exministro de Justicia sobre los problemas que plantea el despliegue de la ley por él tutelada. Campo es actualmente juez de la Audiencia Nacional.
La ley estrella de la legislatura feminista queda ahora en manos de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, que preside el juez Manuel Marchena, el magistrado que presidió el juicio sobre los hechos de Octubre del 2017 en Catalunya. La estabilidad de la coalición gubernamental, en manos de Marchena, mientras Sánchez pretende impulsar otras dos reformas del Código Penal: para anular el delito de sedición y redibujar el delito malversación, iniciativa esta última que está encontrando muy fuertes reticencias. Llega el invierno y Unidas Podemos se dirige a una probable escisión.
El día 24 es clave. El día 24 se resumirá todo. Si logra aprobar el presupuesto, la camisa escarlata ganará una talla.
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