Tokáyev, reelegido presidente en un año negro para Kazajistán

Kasim-yomart Tokáyev resultó reelegido presidente de Kazajistán en las elecciones del domingo, con el 81,31 % de los votos según los resultados dados a conocer ayer por la comisión electoral del país exsoviético más extenso y próspero de Asia Central. Como se esperaba, sus cinco rivales, poco conocidos, solo pudieron actuar de comparsas. El que más respaldo logró fue Jigulí Dairabáyev, representante del partido patriótico Auil, con un 3,42 %.

Tokáyev seguirá al frente de Kazajistán durante un único mandato de siete años, como recoge una de las reformas de la Constitución que él mismo ha impulsado. Eso le permitirá continuar los cambios políticos y económicos que ha emprendido.

De 69 años, recibió el poder en el 2019 de manos de Nursultán Nazarbáyev, que estuvo 30 años al frente del país. Nazarbáyev se reservó, sin embargo, resortes clave del poder y su familia siguió teniendo una gran influencia.

Las violentas revueltas del pasado mes de enero, que dejaron más de 230 muertos, cambiaron el escenario. Superada la peor crisis de Kazajistán desde su independencia, Tokáyev aceleró las reformas. Retiró los privilegios de Nazarbáyev, expulsó de sus puestos a varios miembros de su familia y las autoridades detuvieron a cercanos colaboradores del anterior presidente. Las protestas, que comenzaron como reivindicaciones económicas, se extendieron a las grandes ciudades en forma de violentos disturbios. Las autoridades han sugerido que algunos miembros de la familia de Nazarbáyev estarían implicados.

Tokáyev ha prometido poner “fin al monopolio económico del poder”. Antes de la votación, dijo que “estas elecciones abren una nueva era y las principales instituciones del poder se reformarán”.c

Tras los disturbios de enero, con más de 230 muertos, aceleró las reformas para romper con la era Nazarbáyev