No es nada nuevo
Siempre es lo mismo: ante la falta de razones, se recurre al discurso del vómito
No es nada nuevo, pero algunos lo descubren ahora. La ultraderecha busca la destrucción de la ministra irene montero con ataques personales sin freno mientras el PP se pone de perfil o prepara el terreno con el mismo tono, pero algo menos de cicuta. en el Congreso, los diputados de vox usan sin manías el lenguaje propio del que, cargado con varias copas de más, excreta lo primero que le sale, en la taberna más sórdida imaginable. repito que no es nada nuevo, desgraciadamente.
el objetivo son hoy las ministras de Unidas Podemos y el feminismo en general, antes fueron otros sectores y otras figuras. en Catalunya, hemos tenido y tenemos el privilegio de vivir este modus operandi gracias a los diputados de Cs en el Parlament, especializados en insultos y descalificaciones barriobajeras a los independentistas (y a los socialistas y comunes) y a todo aquel que denuncia su neofalangismo de falsos liberales, hoy saldos en un outlet olvidado. siempre es lo mismo: ante la falta de razones, se recurre al discurso del vómito, que es la antesala de la violencia, pues la prepara, la justifica y la busca desesperadamente. A un milímetro de la dialéctica de los puños y las pistolas está la dialéctica del escupitajo desde la tribuna de oradores. Del cuñadismo militante al trumpismo, y de este a la sintaxis parda y azul.
el fascismo y todas sus réplicas posmodernas necesitan zafiedad y bronca, está en su naturaleza convertir los Parlamentos en lugares inhabitables y degradados. Para los ultras (y los que les hacen el juego), es indispensable chapotear en el barro para salir en la foto. esto ocurre porque –hay que remarcarlo– varios silencios han construido un terreno de indiferencia densa ante lo intolerable. Así ha sido, por ejemplo, con el grito de “¡a por ellos!”, entonado en algunos pueblos y ciudades, contando con la más alta cobertura oficial. muchos celebraron esa consigna, otros la dieron por buena. Y hubo enormes silencios, también del progresismo. eso no se borra fácilmente.
Hoy es una ministra feminista, ayer fueron líderes catalanes como Artur mas, Carles Puigdemont, oriol Junqueras, Carme Forcadell o Xavier Trias. ¿mañana? La deshumanización del adversario político define bien el proyecto de aquellos que la practican. Hace tiempo que está en marcha.c