El derecho a poder respirar un aire sano en interiores y exteriores
Al igual que filtramos el agua y controlamos qué tipo de alimentos comemos, es necesario empezar a disponer de sistemas que garanticen el aire sano en cualquier entorno y a considerar que respirar un aire de calidad es, además de una necesidad vital, un derecho.
“La mala calidad del aire que respiramos se ha convertido en un asesino silencioso que cada año mata a millones de personas en todo el mundo”. Así de explícito se muestra Joaquín Cusí, CEO de Urban Air Purifier, empresa creada en Barcelona que ha desarrollado una tecnología propia de tratamiento y purificación del aire basada en la dinámica de fluidos que puede encontrarse en hospitales, fábricas, hoteles, escuelas, centros comerciales, edificios públicos; también en las calles de algunas ciudades, y que está presente en distintos países.
Para Joaquín Cusí, emprendedor y biólogo, “el problema que tiene el aire de mala calidad es que es muy difícil de percibirlo. Falta concienciarse en cómo afecta a nuestra salud”.
Consecuencia de esta inacción es cómo un aire de mala calidad afecta de muchas maneras a nuestro día a día, “empezando por que nos reduce la energía, pues afecta de forma
directa a nuestra calidad de sueño. En el trabajo facilita la aparición del estrés, la fatiga, falta de concentración y consecuencia de ello es el alto coste económico para las empresas
(bajas laborales) y para la sociedad, limitando nuestra calidad de vida y bienestar” apunta el CEO de Urban Air Purifier.
Un dato que todavía es más alarmante cuando nos referimos al aire que respiramos en muchos espacios interiores y que es donde pasamos un 90% de nuestro tiempo: “El aire de algunos espacios interiores puede tener hasta 50 veces más contaminantes que en el exterior”, detalla Joaquín Cusí, para quien “estamos rodeados de pinturas, barnices o moquetas que desprenden partículas constantemente que aspiramos sin ser conscientes”.
En cuanto a la consecuencia del Covid-19 en este aspecto, Cusí apunta que “desgraciadamente ha tenido que ser la pandemia la que nos ha enseñado que es importante cuidar del aire que respiramos” pero todavía hay resistencia a tomar medidas y no se valora el potencial de mejora disponible con equipos como los de UAP y lograr tener aire sano que proteja a las personas en todos los ambientes. Mientras tanto, el asesino silencioso, el aire de mala calidad, sigue causando cada día enfermedades y muertes, como demuestran todos los estudios clínicos sobre la materia.