Los amantes malditos
Hasta los huesos: Bones and all Dirección: Luca Guadagnino Intérpretes: Taylor Russell, Timothée Chalamet, Mark Rylance Producción: Italia-ee.uu., 2022. Drama ★★★
Guadagnino es un cineasta dotado de un background muy cinéfilo y gustos personales eclécticos: entre los directores de su predilección estarían Bertolucci (a quien dedicó un documental en 2013, Bertolucci on Bertolucci), Idrissa Ouedraogo y John Carpenter, tres universos muy distanciados. Esta pasión sin barreras por el séptimo arte le llevó a rodar remakes tan inesperados como los de La piscina, de Jacques Deray (con el título de Cegados por el amor ),y Suspiria, de Dario Argento. Hasta los huesos: Bones and all no es ningún remake, pero en cada imagen se detectan huellas de un cine muy arraigado en Norteamérica, genuino, canónico, con antecedentes tan notorios como El demonio de las armas, de Joseph H. Lewis, o Malas tierras, de Terrence Malick; es decir, la road movie con pareja de jóvenes amantes marginados, desclasados, huyendo infructuosamente de su destino inexorable.
Enésima exploración de las cenizas del sueño americano, ubicada en los años ochenta, la película tiene por protagonistas a un chico y una chica que, antes de emprender un viaje por todos los estados de la nación, se encuentran y congenian gracias al olfato, pues no son en esta ocasión delincuentes comunes sino algo más exótico: caníbales. La antropofagia como maldición genética vendría a ser aquí el sucedáneo del vampirismo, una opción quizás ya demasiado gastada. Guadagnino no escatima escenas más bien desagradables de consumo de carne humana, pero el interés del relato se centra en la deriva existencial de los personajes, por los que está claro que siente (y sabe transmitirnos) afecto y comprensión: los ojos teñidos de melancolía de Chalamet son significativos.
Hay un halo romántico en estas criaturas (no así en otro caníbal más experimentado: un feroz Mark Rylance), un aire de balada triste y bastantes dosis de nihilismo. Impecablemente filmado (cada encuadre es una pequeña lección de cine), el filme destila el grato perfume de las viejas películas de serie B.c