No hay quinto malo para Cristiano
Portugal tumba a Ghana y su capitán entra en la leyenda mundialista
Si este Mundial ya es histórico por todo lo que ha rodeado el camino hasta Qatar, casi nada bueno, desde ayer el torneo también quedará para siempre en la leyenda merced al perenne espíritu goleador de Cristiano Ronaldo. El astro portugués anotó de penalti ante Ghana, convirtiéndose en el primer futbolista de todos los tiempos en ver puerta en cinco Copas del Mundo diferentes. Cristiano colaboró así en el triunfo de Portugal en su estreno mundialista, en el que tumbó a una Ghana en la que solo Kudus sobresalió. El cerebro del Ajax abandonó el campo con 1-1 y dos minutos después el marcador ya reflejaba el 3-1 definitivo. Pésimo momento escogió Otto Addo para prescindir de su estrella.
Se concentró todo el interés de una tediosa primera mitad en las dos primeras llegadas de Cristiano Ronaldo, difuminándose después el duelo casi hasta fundirse a negro rumbo a vestuarios. Ya desvinculado del United, el astro portugués fue sin duda el hombre más aclamado en el estadio 974, una preciosidad, coqueta y funcional, construida a base de contenedores a orillas del golfo Pérsico. Cada vez que tocaba el balón, la grada, de clara mayoría portuguesa, enloquecía quizás consciente de que podía asistir a un momento histórico, como así sucedería luego. No fue más que una continuación del calentamiento, cuando el exdelantero del Manchester United acaparó todos los focos.
Pero si a Cristiano en su último duelo oficial, ante España en Braga, ya se le hizo de noche en un par de ocasiones de aquellas que transformaba en gol con los ojos cerrados en otros tiempos, algo similar ocurrió en el tramo inicial del duelo ante una defensiva y aparentemente inofensiva Ghana. Cristiano recibió primero un pase filtrado que le dejó solo ante Ati-zigi, pero fue incapaz de resolver. Poco después, esta vez con la cabeza, tampoco acertó a inaugurar el luminoso. Si quiere seguir en la elite, no dejó su mejor tarjeta de presentación para encontrar nuevo destino, por mucho que acertara luego desde
Ronaldo, sin equipo, es el primer jugador en marcar en cinco Copas del Mundo; lo hizo gracias a un penalti inexistente
los once metros. Un instinto, el de los penaltis, que no ha perdido.
Eso sí, el goleador de Madeira encontró la red superada la media hora, pero el colegiado anuló la jugada por una falta más que dudosa. El recital del estadounidense Ismail Elfath merecería otra crónica entera que se resumiría en la palabra nefasto.
Toda la acción de la tarde al este de Doha se concentró en la segunda mitad, seguramente la más vibrante de todo lo que se lleva de Mundial. La acción empezó con la no falta de Salisu a Cristiano que acabó con el legendario tanto del luso. No tardó demasiado Ghana en empatar. Lo hizo a través de una jugada que, por supuesto, nació en la cabeza y las botas de Kudus, que le regaló el gol a Ayew. El tanto fue celebrado como un título por la animosa afición africana.
Llegó entonces el momento clave, cuando Addo optó por quitar a Kudus, y todo se vino abajo para las estrellas negras. En dos minutos, João Félix y Leão alimentaban la cuenta portuguesa y parecían asegurar su primer triunfo en el desierto qatarí. Un cabezazo de Bukari casi en el añadido le puso un toque de morbo a los últimos minutos. Un escenario al que se unió Diogo Costa en la última jugada, cuando Iñaki Williams le hizo la de Tamudo a Toni en la final de Copa del 2000, pero el punta del Athletic resbaló en el momento de rematar. Ghana clamaba al cielo y Portugal respiraba.c