La entrada en juego de Iryo revoluciona el AVE
El nuevo operador privado se estrena con trenes nuevos de alta gama en el corredor Madrid-barcelona
Pasajeros a bordo del primer tren de Iryo que circuló ayer entre Barcelona y Madrid
Los usuarios del ferrocarril no están acostumbrados a subirse a un tren con olor a nuevo. Los pasajeros que ayer estrenaron los trenes de Iryo entre Barcelona y Madrid (o viceversa) experimentaron esa grata sensación a bordo de los nuevos Frecciarosa fabricados por Hitachi y Alstom que acaban de entrar en servicio en España.
Los nuevos convoyes, que tendrán 16 frecuencias diarias entre las dos grandes ciudades españolas, vienen a completar el proceso de liberalización de la red de alta velocidad del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Un proceso que Renfe definió de forma amistosa como Juego de Trenes, haciendo una analogía con la popular saga de George R.R. Martin, y que suma ahora un tercer operador que
La aparición de competencia a Renfe ha rebajado de media los billetes casi a la mitad de precio
competirá con la empresa pública española y los trenes de bajo coste franceses Ouigo. Mientras que la filial de la SNCF apostó por jugar la carta del precio más económico olvidando la calidad del servicio, la última empresa en aparecer en escena quiere competir de tú a tú con Renfe en la relación calidadprecio.
Su aparición impulsará la tónica que ya se viene dando en los últimos meses, según un estudio de la plataforma de venta de billetes Trainline, que ha detectado una reducción del precio de los billetes de hasta un 43% de media en el último trimestre respecto al mismo periodo del 2019, pasando de un precio medio de 81 euros a 46. “Con la liberalización, los viajeros pueden escoger, los precios bajan y las frecuencias se amplían”, resume el director general de Iryo, Victor Bañares, a bordo del primer tren de la compañía entre Barcelona y Madrid.
La operadora, participada por Trenitalia, Globalvia y Air Nostrum, saca pecho de los precios ajustados y los nuevos trenes, pero donde quiere hacerse fuerte es en los servicios al viajero. Entre los elogios más repetidos por los primeros usuarios se encuentran la amplitud de los asientos, el buen trato del personal, la potente conexión a internet y la calidad de la oferta gastronómica. Un tema tan dado a la polémica como el sabor de la tortilla de patatas generaba unanimidad entre los clientes del bar-restaurante. Ahí se encuentra otra de las novedades, con asientos específicos para comer, donde se mezclaban directivos de una gran entidad bancaria con unos jóvenes de camino a un reencuentro con amigos hechos durante el Erasmus.
La existencia de cuatro clases distintas de billetes en función de las comodidades y la flexibilidad facilita esa diversidad, con la que Iryo pretende captar a más de dos millones de viajeros anuales. La cifra podría crecer si se cumplen los ambiciosos planes de la compañía, que pretende conectar en el futuro Barcelona también con ciudades francesas e italianas.