Barcelona aclarará las señales de sus carriles bici y zonas pacificadas
El pleno también modifica la ordenanza de animales para definir cien zonas donde los perros podrán ir sueltos
El último pleno del Ayuntamiento aprobó una propuesta de los concejales ERC a fin de que Barcelona aclare la señalización de los carriles bici y también de muchas aceras y zonas pacificadas de la ciudad, con la especial atención a los entornos escolares. “Debemos pasar del desbarajuste al orden, del tacticismo a la estrategia y de la improvisación a la pacificación –subrayó el presidente de los republicanos, Ernest Maragall en la presentación de su iniciativa–. La ciudad debe ser legible y comprensible”.
Se trata en verdad de toda una enmienda a la filia del gobierno de la alcaldesa Ada Colau a repintar y colorear tantos rincones del espacio público. El debate va más allá del propio urbanismo táctico, constituye una de las grandes comidillas de las redes sociales, donde unos y otros publican un montón de fotografías a modo de armas arrojadizas. Unos entienden que de este modo Barcelona se sitúa a la vanguardia de las urbes llamadas a frenar el cambio climático. Y otros muchos que tantos pintarrajos tan arbitrarios no hacen otra cosa que confundir a los ciudadanos y arruinar la imagen de la ciudad.
Los republicanos, sin embargo, plantearon este tenso debate ciudadano de un modo tan conciliador que a la postre hasta los concejales del gobierno de comunes y socialistas no tuvieron más remedio que apoyar la proposición de ERC. Únicamente se abstuvieron los ediles de Ciudadanos. Nadie votó en contra. “Pacificar es un concepto que compartimos al 100% –prosiguió el republicano Maragall–. Pero pintar el espacio público de todos los colores del mundo, colocar vallas y separadores de todos los tamaños y materiales diversos, poner mesas y sillas en la calzada junto a los vehículos y abrir carriles bici sin conexión de itinerarios claros es todo lo contrario”.
Las cuestiones relacionadas con el espacio público marcaron el último pleno del Ayuntamiento. Los concejales también aprobaron la modificación de la ordenanza de tenencia de animales. De este modo, el Ayuntamiento impulsará la puesta en funcionamiento de un centenar de espacios donde los perros podrán corretear alegremente sin correa durante unas cuantas horas al día. El Ayuntamiento trabaja en el establecimiento de estas zonas de uso compartido, de al menos una en cada barrio, desde hace mediados de la década anterior.
“La voluntad de este gobierno –detalló la teniente de alcalde Laia Bonet– es impulsar próximamente estas zonas para dotar de espacios de esparcimiento suficiente para los 180.000 perros que hoy viven en la ciudad y garantizar que un 95% de las familias que tienen perro disponen de un espacio a menos de 10 minutos de casa”. La medida salió adelante gracias a los votos a favor de los concejales del gobierno municipal y también de los de Junts y de Ciudadanos. El resto se abstuvo.
Además, el Ayuntamiento aprobó el decreto que limitará a 20 personas los grupos de turistas en el distrito de Ciutat Vella a partir de marzo. La propuesta inicial era de 15 personas. No es la primera vez que el Consistorio trata de poner en marcha medidas de esta índole. De hecho, lo hace desde hace varios mandatos. Pero hasta ahora nunca tuvieron los resultados esperados.
En esta ocasión, el gobierno municipal también establece aforos máximo sen espacios muy concurridos. De este modo, en las plazas Sant Jaume y Reial no podrán coincidir más de ocho grupos, y en la del Rei, cinco. En el Fossar de les Moreres, el paseo del Born, la fachada de Santa Maria del Mar y la plaza del Pi, el límite estará en tres grupos; mientras que en las plazas Sant Felip Neri, Isidre Nonell, Manuel Ribé y de la Barceloneta, en la calle Salomó ben Adret y en la fachada del Palau de la Música no podrá haber más de un grupo. El nuevo decreto también veta el uso de megáfonos.
Un decreto municipal limitará a 20 personas los grupos de turistas en el distrito de Ciutat Vella