Un auténtico asador vasco
Ipar-txoco, Euskadi en el corazón de Gràcia
Así como cuando hablamos de la cocina francesa estamos aceptando, implícitamente, un academicismo que ha sido la base de su propio origen, no es posible hablar de cocina española como tal, porque no existe un nexo catalizador que aúne la diversa personalidad de las cocinas regionales que, fruto de su propia historia, constituyen ese maravilloso puzle que forma el libérrimo tablero gastronómico español. Bajo esta premisa, hoy destacamos la existencia de un pequeño templo de la cocina vasca en pleno meollo de uno de los barrios más castizos de Barcelona.
Es el resultado de la iniciativa que Miguel Real de Asúa desarrolló hace 26 años en pleno barrio de Gràcia, ya que su inquietud culinaria le producía permanentemente desazón al presentar en las mesas un tipo de cocina que no le satisfacía en absoluto.
Guiado por esa inquietud y por su iniciativa profesional, decidió establecerse para ofrereja, cer una auténtica cocina representativa de su Euskadi natal.
Entrar en este asador es trasladarse, por arte de magia, a cualquier pueblo vasco, pues el ambiente que se respira es idéntico al que se encuentra en esas tierras.
Para redondear esa situación, atienden las mesas la pamadre e hija, Marisa y Angie, quienes, con más de 15 años de colaboración con Miguel, se han convertido en vascas, a pesar de su origen sudamericano. En la cocina, Toni Valero controla con acierto las elaboraciones que se van sirviendo.
El local es un establecimiento sencillo en el que domina el rojo y el verde, presidido por una notable barra. Las paredes están cubiertas por todo tipo de elementos que recuerdan su origen.
La carta es absolutamente fiel a lo que cabe esperar de un asador vasco. Entrantes fríos y calientes en los que el bacalao reina, pescados de excelente calidad tratados con sencillez y acierto, y espectaculares piezas de carne a la parrilla de leña.
La bodega sigue los cánones de una Rioja bien representada, entre otras denominaciones. Ya ven, no es necesario desplazarse a Euskadi para disfrutar de una cocina auténticamente vasca en pleno corazón de Gràcia.