Shakira acusa a la Agencia Tributaria de vulnerar su intimidad
El organismo habría requerido datos médicos para demostrar su residencia fiscal desde el 2012
“La Agencia Tributaria se ha visto obligada a recurrir a indicios sumamente endebles, así como a medidas vulneradoras del derecho a la intimidad, como requerimientos a centros médicos para obtener información reservada como citas y resultados analíticos”. El escrito de defensa que presentó ayer la defensa de Shakira ante el juzgado de instrucción 2 de Esplugues de Llobregat por los seis delitos fiscales de los que la acusan el Ministerio Fiscal, la Abogacía General del Estado –que actúa en nombre de la Agencia Tributaria– y la Agència Tributària de Catalunya denuncia la mala praxis que habría seguido la Agencia Tributaria española para demostrar su presencia en España.
El texto señala que, para fundamentar sus acusaciones, este organismo ha requerido a diversos centros médicos información de especial protección. Con ello trataría de demostrar la presencia de la artista en determinados días para probar que era residente en España entre los años 2012 y 2014, objeto de litigio. Su defensa, sin embargo, argumenta que en ese período no llegó a pasar en ningún caso en el país más de 183 días anuales, requisito legal necesario para considerarla legalmente residente fiscal. Y que fue ella quien decidió establecerse voluntariamente en Barcelona en el 2015, antes de que la Agencia Tributaria iniciara cualquier inspección sobre su actividad económica anterior.
De hecho, el escrito de defensa señala que no fue hasta entonces, cuando nació su segundo hijo y escolarizó al primero, cuando decidió establecerse en Barcelona junto a su expareja, el exfutbolista Gerard Piqué. Una decisión que “fue expresamente comunicada a los efectos oportunos a la AEAT, que la aceptó sin discusión, asumiendo de este modo que hasta esa fecha no había residido en nuestro país”.
El texto añade que Shakira ha pagado ya a la Hacienda española 90 millones de euros, pese a haber generado en España apenas el 2% de su negocio. En esta cantidad se incluyen los más de 17 millones que le exige la acusación más los intereses de demora derivados, que abonó en señal de buena voluntad.
La defensa –liderada por Pau Molins– considera que lo que busca la acusación, que ha citado a decenas de personas en calidad de testigos, aunque entre ellas no figura Gerard Piqué, es un juicio “ejemplarizante”. Una suerte de circo mediático similar al proceso contra Lola Flores y su marido, Antonio González, el Pescaílla, también por delito fiscal en los años 80.
Shakira se expone a una petición de seis penas de prisión que suman 8 años y dos meses por no haber tributado entre el 2012 y el 2014 tanto el IRPF como el impuesto sobre el patrimonio, que recauda la Generalitat, de ahí su personación. Al tratarse de penas inferiores a los dos años y no tener antecedentes penales no debería ingresar en prisión ni siquiera en el caso de que se la condenase por todos los delitos.