La Vanguardia

Italia reabre el debate autonómico

La Liga impulsa el proyecto de “federalism­o a la carta” que desea el norte del país

- Anna Buj Lond Correspons­al

Estaba en el programa electoral de la Liga, y no han perdido el tiempo para aplicarlo. El nuevo Gobierno italiano de Giorgia Meloni, formado por Hermanos de Italia, la Liga y Forza Italia, ha desempolva­do un viejo debate sobre si es necesario dar mayor autonomía a las regiones que lo pidan en detrimento del poder central. Es el mayor objetivo del nuevo ministro italiano de Asuntos Regionales, el liguista Roberto Calderoli, que ya se ha reunido con los presidente­s regionales para presentarl­es un borrador para reformar la organizaci­ón territoria­l del Estado italiano que ha levantado muchas ampollas en el sur. Vincenzo de Luca, gobernador de Campania, le ha acusado de atacar la unidad de Italia, y el de Apulia, Michele Emiliano, de no respetar la Constituci­ón.

Se trata de un borrador de ley para poner en marcha los artículos 116 y 117 de la Constituci­ón italiana, donde está escrito que se puede otorgar nuevas formas de autonomía “bajo la iniciativa de la región interesada”. Es algo que se logró gracias a la reforma constituci­onal del año 2001, aprobada por referéndum después de la iniciativa del gobierno progresist­a de la época, liderado por Giuliano Amato. Pero nunca se llegó a aplicar. En el 2017, Lombardía y Véneto (mediante un referéndum consultivo) y Emilia-romaña pidieron que se activase este procedimie­nto para tener más competenci­as, sin que hubiera avances.

Ahora, Italia puede estar al principio de este camino que ya se ha bautizado en los medios de comunicaci­ón como el “federalism­o a la carta”. Hay 23 competenci­as que cada región, si así lo quiere, podría pedir para gestionar, varias o todas ellas. Entre ellas, la educación, las relaciones internacio­nales de las regiones y con la UE, el comercio exterior, la salud, protección civil o los puertos y aeropuerto­s civiles. Algunas, como Lombardía, Véneto y Piamonte, ya han dicho que las quieren todas. Otras, como la Toscana, están interesada­s en alguna, la de la valorizaci­ón de los bienes culturales. Para evitar que un ciudadano de una región tenga peores servicios que en otras, por ejemplo, en guarderías, están previstos los niveles esenciales de prestación (LEP, por sus siglas en italiano), que el Estado deberá garantizar.

El debate territoria­l en un país cuya unificació­n fue reciente no es nuevo. Hay quien dice que dar más autonomía a las regiones ahondará la brecha entre la locomotora industrial del norte del país con el empobrecid­o sur, y quien piensa lo contrario, que redundará en beneficio del conjunto. “Consentirá a las regiones que son menos veloces a ponerse al nivel de las que corren”, ha defendido Calderoli ante sus críticos.

Aunque el liguista dice que se hará durante el 2023, los socios de Hermanos de Italia ya están pisando el freno y alegan que la cuestión autonómica se tocará cuando se aborde la reforma constituci­onal para convertir el país hacia el presidenci­alismo, al estilo francés, una reforma mucho más amplia que prorrogarí­a el debate. Todo ello podría abrir una brecha entre la Liga y Hermanos de Italia, un partido que hasta estas elecciones cosechaba muchos más votos en el sur y cuyos dirigentes tienen alma centralist­a, mientras el norte de derechas estaba reservado a la Liga y Forza Italia. Pero ahora, Hermanos de Italia ha vencido a la Liga incluso en sus feudos del Véneto y Lombardía. “Hermanos de Italia tiene un buen problema porque si no apoya la autonomía, se pone en evidencia en estas regiones”, explica Luigi Curini, politólogo de la Universida­d de Milán. “La Liga puede sacar rédito electoral al poder decirles a sus votantes en el Véneto que Hermanos de Italia impide la autonomía. Es un tema sobre el que se van a querer diferencia­r”, abunda.

Una cuestión muy necesaria para la Liga del debilitado Matteo Salvini, que ha vuelto a defender su alma radicada en el norte después de que su proyecto de convertir el partido en un artefacto populista a nivel nacional no le haya funcionado a nivel electoral. Los barones no quieren esperar. Y Luca Zaia, poderoso presidente del Véneto, ya le advirtió en campaña electoral que la autonomía es un asunto por el que vale la pena romper el Gobierno.c

El ministro liguista de Asuntos Regionales, Roberto Calderoli, dice que ayudará a las regiones más pobres

La cuestión podría abrir una brecha entre la Liga y Hermanos de Italia, que no tiene prisa

 ?? Getty ?? Independen­tistas del Véneto en la celebració­n del día de San Marcos en la plaza homónima veneciana, en el 2015
Getty Independen­tistas del Véneto en la celebració­n del día de San Marcos en la plaza homónima veneciana, en el 2015

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