EE.UU. suaviza el embargo petrolero y permite a Chevron volver a Venezuela
El Gobierno de Maduro y la oposición logran un pacto en plena crisis energética
La crisis energética derivada de la guerra en Ucrania está acercando cada vez más a Washington y Caracas. Estados Unidos anunció el sábado una flexibilización del embargo petrolero contra Venezuela tras el anuncio de la firma de un acuerdo entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición en México.
El Gobierno estadounidense autorizó al gigante petrolero Chevron a retomar parcialmente sus extracciones de hidrocarburos en Venezuela minutos después del anuncio de un segundo “acuerdo de protección social parcial para el pueblo venezolano”. En un comunicado de prensa, el Departamento del Tesoro autorizó a Chevron a relanzar parcialmente su empresa conjunta con Petróleos de Venezuela (PDVSA, empresa estatal). Sin embargo, Chevron deberá asegurarse de que “PDVSA no reciba ningún ingreso por las ventas de petróleo realizadas por Chevron”. La petrolera estadounidense se comprometió a respetar el “marco regulatorio impuesto”.
En mayo, Washington ya permitió a Chevron “negociar” la posible reanudación de operaciones en Venezuela, lo que supuso un primer incumplimiento del embargo al petróleo venezolano impuesto por Washington en el 2019 con la esperanza de derrocar a Nicolás Maduro.
Estados Unidos busca diversificar su suministro de hidrocarburos para compensar la pérdida de crudo ruso tras las sanciones impuestas en respuesta a la invasión rusa de Ucrania. Venezuela tiene las mayores reservas del mundo, según algunos expertos.
Washington dio la bienvenida al acuerdo en una declaración conjunta con la Unión Europea, Canadá y el Reino Unido en la que instaron “a las partes a entablar un diálogo de buena fe hacia un acuerdo integral que conduzca a elecciones libres y justas en el 2024”.
Básicamente, el Gobierno y la oposición han acordado tomar todas las medidas necesarias para liberar “fondos legítimos” de Venezuela “que están congelados en el sistema financiero internacional”. Este dinero alimentará un “fondo de protección social del pueblo venezolano” para atender las necesidades más urgentes del país (sistema de salud, alimentación, red eléctrica, educación...) .
Para el diseño y manejo de este fondo, las dos partes solicitarán el apoyo de Naciones Unidas, según el acuerdo leído por un representante de Noruega, país mediador en el diálogo intervenezolano en México.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, calificó el acuerdo de un “paso hacia un nuevo capítulo” para su país, que debe “seguir avanzando hacia la paz y el bienestar que todos queremos”. “Con este convenio ahorraremos más de tres mil millones de dólares”, dijo su representante en México, el presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez.
La “misión” de la oposición es “obtener las condiciones democráticas para una alternancia”, declaró su representante, Gerardo Blyde, y garantías para “elecciones libres y observables”.
La pobreza afecta a ocho de cada diez personas en Venezuela, según la encuesta nacional Encovi sobre condiciones de vida, publicada a principios de este mes. Siete millones de venezolanos han dejado su país por la crisis política y económica, especialmente desde la muerte del expresidente Hugo Chávez en el 2013.
El diálogo se abrió en agosto del 2021 en Ciudad de México, pero Maduro suspendió las conversaciones dos meses después tras la extradición a Estados Unidos de Alex Saab, un empresario venezolano cercano al poder procesado por lavado de dinero.
El acuerdo de México sobre Venezuela representa “la esperanza para toda América Latina” y “el triunfo de la política”, dijo el canciller mexicano, Marcelo
Ebrard.
Paralelamente a las conversaciones en Ciudad de México, Caracas acoge desde el lunes pasado la reanudación de las negociaciones entre el Gobierno colombiano y el ELN (Ejército de Liberación Nacional), considerada la última guerrilla activa en Colombia.c
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