La Vanguardia

La reventa de pisos ocupados quiebra la convivenci­a del Poblenou

Guerra abierta entre vecinos y ocupas en el corazón del barrio, a tiro de piedra del mercado

- Luis Benvenuty Barcelona

Vecinos del Poblenou denuncian que varias familias ocupas están destrozand­o la convivenci­a. Que los insultan, amenazan e intimidan. Que conquistan las calles de mala manera. Que están dirigidos por mafiosos dedicados a la usurpación y reventa de viviendas. Estamos en el corazón del Poblenou, entre las calles Amistat y Guillem de Llúria, dos encantador­es viales con aires de pueblo cerca del mercado. Aquí la gente pensaba que estas cosas solo pasaban en el Raval y en el Telediario.

Algunos de los ocupas responden que no tienen a donde ir, que son gitanos y nadie les quiere alquilar un piso del modo regular, que han de acudir al mercado negro para comprar llaves de viviendas ocupadas... Y en estas circunstan­cias, la división entre usurpador profesiona­l y ocupa obligado es borrosa. Las familias que se mudan dependen tanto de los mafiosos que les venden las llaves y se convierten en cómplices.

El edil responsabl­e del distrito de Sant Martí, el socialista David Escudé, dice que la situación es grave, que los vecinos están sufriendo un calvario, que el Ayuntamien­to ya reforzó la presencia de la Guardia Urbana para garantizar el orden mientras que el asunto se dirime en los tribunales. Los otros actores de este drama son un fondo de inversión de nombre anglosajón y un gran tenedor, un particular de la ciudad.

Los vecinos también explican que el bajo segunda del 32 de Amistat, el del fondo de inversione­s, siempre estuvo ocupado, por temporadas, durante años, pero que nunca ocasionó inconvenie­ntes. “Hasta que se incendió en plena pandemia, en el 2020, y la familia que vivía allí se marchó. Luego entró otra gente. Enseguida empezaron las miradas, las amenazas, las intimidaci­ones ¡intentan apropiarse de las calles y de todos los pisos que puedan!”. Estos vecinos prefieren conservar el anonimato. Temen represalia­s. “Estos días son más discretos. Conseguimo­s que la Guardia Urbana patrulle más a menudo, pero...”.

“Y por el patio de luces tomaron una docena de viviendas vacías en el 4 de Guillem de Llúria”. Este edificio es el del gran tenedor en cuestión. “Ahora convivimos con gritos, peleas, discusione­s y suciedad. Les conviene la degradació­n, que la gente de alquiler se marche, ¡más pisos que ocupar!”.

Los ocupas lo ven de otro modo. Ante el 4 de Guillem de Lluria uno frunce el ceño, y otro compone una sonrisa irónica. “¡3.000 euros me costaron mis llaves! y si creen que me voy a marchar...”, dice el de la sonrisa. Sí, los ocupas son los primeros en proteger a quienes venden las llaves. “Pues las llaves se las compras a uno... Preguntas por ahí y te enteras. Vas diciendo que buscas un piso y...”. “Aquí ya no se venden más llaves porque están todas compradas”. “Cuando haya más pisos habrá más llaves”. “Los vecinos son muy finos. No soportan que los niños jueguen en la calle”. “¡Y si te sacas una silla a la calle para tomar el fresco te graban con el móvil!”. “No nos quieren porque somos gitanos”. “Somos familias, tenemos trabajos, pero cada vez que intentamos alquilar un piso nos dicen que ya está alquilado”. “Que el dueño pida un alquiler, y lo pago”. Los ocupas también prefieren preservar su anonimato.

Los vecinos añaden que el 4 de Guillem de Llúria fue un edificio normal, que sus pisos se alquilaban regularmen­te y los inquilinos iban y venían, pero que quedó a la mano de Dios, que en el momento de su ocupación solo dos de sus viviendas estaban alquiladas, ambas con contratos de renta antigua. “Aprovechan­do que estaba en obras y que la vecina no estaba, intentaron ocupar otros bajos. Unos ocupan y otros les ayudan”. “Saben lo que hacen ¡hasta pidieron un menú Mcdonald por Glovo para demostrar que vivían allí! y el DNI se lo pasaron a los Mossos por debajo de la puerta ¡cuando vieron que no tenían nada que hacer escaparon por atrás! Están jerarquiza­dos. El negocio es vender llaves de pisos ocupados”. “Ahora tenemos un grupo de Whatsapp para coordinarn­os y llamar todos a la vez a la policía ¡así nos hacen más caso!”. “En pocos días reunimos más de 300 firmas. Temes que entren en tu casa”.n

“Entran en los pisos y piden un menú Mcdonald por Glovo para demostrar que viven allí”

 ?? Àlex Garcia ?? Una docena de viviendas del número 4 de la calle Guillem de Llúria están ocupadas
Àlex Garcia Una docena de viviendas del número 4 de la calle Guillem de Llúria están ocupadas

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