Leibovitz, Musk y Trump
La fotografía de Annie Leibovitz en la que se ve a Lionel Messi jugando al ajedrez con Cristiano Ronaldo sobre un baúl y una maleta de Louis Vuitton es, sin duda, una de las mejores fotos comerciales de la historia. Messi juega con negras y parece pensar como hacerle un jaque mate al portugués, mientras que CR7, pensativo, intenta defender su rey con una reina, un alfil, una torre y tres peones, las mismas piezas que el argentino. Messi juega con negras y el astro luso con blancas. La fotografía es perfecta. La luz, las tonalidades grisáceas y azuladas, la postura de los dos players… todo resulta tan perfecto… es el sello Leibovitz.
Pese a ser un admirador de la fotógrafa de Connecticut, nunca había entrado en su cuenta de Twitter, @annieleibovitz. El perfil solo contiene una fotografía para el avatar y la frase American Portrait Photographer. La cuenta se abrió en julio del 2009, tiene 144.774 seguidores. La titular de @annieleibovitz no sigue a nadie. No entiendo como he estado tantos años sin seguir a Leibovitz. En el momento en que he tocado el botón de seguirla, Twitter acaba de anunciar que restaurará la cuenta de Donald Trump.
Elon Musk, en plena batalla con sus empleados y millones de usuarios, acababa de dar los datos de la encuesta sobre si admitía al expresidente. De 15.085.458 millones de votos, el sí obtuvo el 52% de los votos. Vox Populi, Vox Dei, escribió Musk -“La voz del pueblo es la voz de Dios”-. No se a que Dios se refería Musk, pero la verdad es que en cuestión de minutos pude observar lo mejor de Twitter, la cuenta de Leibovitz y el chorro cultural e icónico de su trabajo, y lo peor: el anuncio de que el golpista y peligroso Trump podría volver a la red.
Durante las últimas semanas he seguido el debate de Twitter. He visto como personas que han criticado a Musk han abandonado la red, cómo otros han dicho que la abandonarán, y algunos más que, aun estando en contra del propietario del pajarito azul, han dicho que seguirán inscritos para compartir cosas positivas y para luchar abiertamente contra personajes como Trump.
Siempre he estado en contra de los golpistas, y una red que les ofrece amparo y posibilidad de lanzar sus mensajes de odio no es recomendable. No sé si soportar esa situación a cambio de ver otras muchas cuentas en las que sus titulares mandan mensajes de entretenimiento, bondad, paz y conocimiento. Pronto, igual que muchos de ustedes, tendré que tomar una decisión.