El artista que pinta la emergencia climática
Lazkano ha viajado al Ártico y a los Alpes para reflejar la crisis climática: “A través de las emociones, el arte ayuda a concienciar”
El pintor Jesús Mari Lazkano sintió el impulso de reflejar el impacto del hombre sobre el medio natural cuando residía en el paradigma del mundo urbano, en Nueva York. Allí, se acercó a una comunidad científica preocupada por el cambio climático, y su mirada se transformó. Sus dos últimos proyectos artísticos le han llevado al Ártico y a la Mer de Glace, en los Alpes, para retratar “un mundo que se va”, aunque convencido de que el “arte puede ayudar” a concienciar sobre lo que está ocurriendo en el planeta.
Exponente de la pintura realista, Lazkano es uno de los artistas más conocidos del País Vasco. Su obra ha viajado por medio mundo y en sus cuadros ha retratado ciudades que ha conocido a fondo como Nueva York, Chicago o Roma. También entornos más cercanos como la ría de Bilbao o paisajes de la costa vasca.
La naturaleza siempre ha estado presente en sus pinturas, aunque ha adquirido paulatinamente mayor protagonismo. Ahora, aparece acompañada de una apelación ante la situación climática que amenaza al medio natural. La premisa es que “el arte puede ayudar a concienciar, a través de las emociones”. “Los científicos tienen una preocupación sobre si están siendo capaces de transmitir y divulgar lo que está ocurriendo en el planeta. Los datos son muy fríos, y es ahí donde creo que el arte puede ayudar”, explica Lazkano.
De su estancia en Nueva York, gracias a un año sabático en su trabajo como profesor en la Universidad del País Vasco, nació un viaje al Ártico y un proyecto en el que, en sus diferentes ramificaciones, lleva embarcado cinco años: “A partir de mi relación con científicos de la Universidad de Columbia empiezo a profundizar en este tema. Después surgiría la oportunidad de viajar al Ártico en
Su último proyecto lo ha llevado a la Mer de Glace, un glaciar que ha perdido 115 metros de altura en 35 años
velero, junto a científicos y otros artistas”.
Durante un mes, Lazkano no ve otra luz que la de las islas Svalbard, archipiélago noruego muy próximo al polo Norte. Pinta desde la mañana hasta que oscurece. Un fotógrafo y un cineasta británico le ayudan a recopilar material para no perder detalle de un universo en el que los cambios se suceden de manera dramática.
De aquella experiencia salieron los cuadros que ahora expone en la Galería Altxerri de San Sebastián y que espera poder llevar a otras galerías. También salió Artiko, un cortometraje documental de 17 minutos elaborado con la ayuda del realizador Josu Venero y del bertsolari Xabi Paya, quien se ocupa del guion. Una visión poética de su estancia en las islas Svalbard que ha sido premiada en varios festivales internacionales.
El proyecto que ahora le ocupa también nació del impacto que supuso su visita al Ártico. El destino es ahora la Mer de Glace, cerca del Mont Blanc. Un mar de hielo que, como los paisajes del Ártico, desaparece. El glaciar ha perdido 115 metros de altura en 35 años. Lazkano quiere contarlo a través del arte, por medio de un cortometraje realizado a partir de pinturas y utilizando la técnica stop motion. “Busco aportar algún tipo de enganche emocional para que seamos más conscientes de lo que está ocurriendo”. Este otoño, además, publica un nuevo libro: Maldita pintura, 1001 ideas para amarla y entenderla. Una obra con afán divulgativo en la que refleja su experiencia de cuatro décadas en la docencia universitaria y su visión del arte, un ámbito en el que otorga importancia a la responsabilidad social del artista. ●